'Burundanga', el final de ETA en tono de comedia romántica

Una Escena De 'Burundanga', De Jordi Galcerán
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 28 junio 2011 17:40

MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

El dramaturgo Jordi Galcerán, bien conocido por sus éxitos teatrales con 'El método Grönholm' y 'Fuga', regresa a los escenarios con 'Burundanga', un texto en el que aborda el final de la banda terrorista ETA en tono de comedia romántica. El estreno absoluto de este montaje tendrá lugar este miércoles en el Teatro Maravillas de Madrid.

Hace tres años que el autor catalán comenzó a escribir este texto que tiene como protagonista a una joven pareja, Berta y Manel. Ella está embarazada pero no sabe si decírselo. Antes quiere saberlo todo sobre su amado. Silvia, su compañera de piso, le da la solución: utilizar una dosis de burundanga, el suero de la verdad, una droga (escopolamina) que hace perder la voluntad a quien la toma y provoca la sinceridad más absoluta. El problema llega cuando Manel, tras ingerir esta sustancia, confiesa ser colaborador de ETA.

"A partir de aquí comienza la comedia de enredo, con el secuestro además de un empresario", explica Galcerán quien reconoce los "riesgos" de esta propuesta y su tratamiento nunca antes llevado así al teatro. "En realidad esta obra habla de lo que estás dispuesto a perdonar por amor", apunta el autor.

'Burundanga', dirigida por Gabriel Olivares, está protagonizada por Mar Abascal (Silvia), César Camino (Gorka), Marta Poveda (Berta), Antonio Hortelano (Manel) y Eloy Arenas (Jaime). La adaptación musical corresponde a Tuti Fernández. El diseño de iluminación y estilismo son de Felype R. De Lima y la escenografía de Anna Tusell.

"LO MÁS ESPECTACULAR"

Galcerán confiesa que incluir a ETA en la trama de esta historia no fue algo premeditado sino que surgió durante el proceso de escritura. "No me lo planteé inicialmente pero pensé que no había nada más fuerte y espectacular que se miembro de ETA y si encontraba el tono adecuado podía incluir este elemento en una comedia", apunta añadiendo que "cuando haces teatro tienes que intentar algo especial".

El reto del dramaturgo estaba precisamente ahí, en "terminar la obra sin perder ese tono romántico" y, por supuesto, "sin ofender a nadie", precisa. "ETA lo he utilizado como elemento dramático. Está claro que cuando estas tres letras aparecen tienen una carga tremenda. He querido utilizar elementos que toquen la sensibilidad del espectador y lleguen a interesarle", añade.

La idea que le iluminó para encontrar el modo de abordar este asunto la consiguió mientras veía el film 'Malditos bastardos' de Tarantino. "Me di cuenta que podía pasar cualquier cosa porque era una película. Por eso decidí hacer lo mismo en mi obra y he decidido acabar con ETA. Gracias a eso los personajes pueden tener una perspectiva cómica. Si ETA desaparece podía haber final feliz, de lo contrario era imposible", explica apostillando que la obra "provoca más reticencias a priori que viendo la función".

"DOS CHAPUZAS"

César Camino, que encarna a Gorka, uno de los terroristas, señala que la función "evita toda la simbología etarra" y que los dos colaboradores de la banda están pasados "por un filtro edulcorado". "Son dos etarras con poco fundamento que ni siquiera son capaces de explicar por qué luchan", agrega.

Otro personaje con el que Galcerán ha tenido un especial cuidado es el del empresario, interpretado por Eloy Arenas. "Le hice más activista que los propios terroristas, a los que no tiene ningún miedo", indica. Por su parte, el actor considera que su personaje es también "la clave de esa destrucción" puesto que "descubre la fragilidad de esos dos chapuzas, incluso les da teoría revolucionaria y sueña con el posible final de la banda".

Para Marta Poveda los cinco personajes de la función, independientemente de que sean o no de ETA, "son disparatados y muy alocados, porque esto es una comedia", recuerda.

El quid de la cuestión ha sido poder conseguir "la distancia suficiente" para lograr esa perspectiva cómica, algo que, según el autor de la obra, es mucho más común en el teatro anglosajón. "Es verdad que esto resulta arriesgado pero no está mal distanciarse de las cosas", insiste.