La caída del Comunismo y de Pink Floyd en 'Rock'n'Roll'

'Rock'n'roll'
MATADERO DE MADRID
Actualizado: viernes, 19 febrero 2010 18:32

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La obra 'Rock'n'Roll', del dramaturgo inglés Tom Stoppard, aborda el peligro de aferrarse a un mito o una ideología como única causa vital. En esta ocasión, Àlex Rigola dirige este espectáculo, que podrá verse en Las Naves del Español de Matadero Madrid, entre el 23 de febrero y el 14 de marzo.

Max, Alice y Jan forman el triángulo protagonista en esta historia, que transcurre en Checoslovaquia e Inglaterra entre el final de la Primavera de Praga y la caída del muro de Berlín. En ella, los personajes observan desde su propia experiencia la caída de dos mitos: la ideología del Comunismo y el cantante de la banda de rock Pink Floyd, Syd Barret.

El director de esta obra, Àlex Rigola, explicó que Max es un padre, comunista "hasta la médula" y profesor de Filosofía que defenderá a lo largo de toda su vida esta ideología. Nace en 1917, así que "lo lleva en la sangre como la vida propia", dijo.

Por otro lado, su hija, Alice, es fanática del grupo de rock británico Pink Floyd, sobre todo de su primer cantante, Syd Barret, así como de la forma en que la gente que lo siguió entre 1968 y 1969 vivió aquella época. El tercer personaje es Jan, un estudiante universitario discípulo de Max, que permanece en Praga durante la ocupación, con el que el propio autor se identificó, aunque decidió no ponerle su propio nombre, porque probablemente "no habría reaccionado igual" que el personaje ante lo que sucedió.

Otro de los temas que aborda esta obra es la posición que ocupa la cultura y el arte delante de la política. Según indicó Rigola, una de las principales influencias que tiene Stoppard en este espectáculo fueron las cartas, manifestaciones y debates que tuvieron Václav Havel y Milan Kundera acerca del "exhibicionismo moral".

Havel, por su parte, mantenía que la cultura se tenía que apartar de la política, porque lo que importaba era la persona, y lo que había que hacer era permanecer en la primera fila de las manifestaciones. Kundera, por su parte, opinaba que si aparecía en las concentraciones lo que sucedería es que podría permanecer diez años en prisión, así que prefería contar a través de la escritura y la metáfora lo que está sucediendo y lo que pensaba de ello.

Además, el director de esta obra indicó que la historia sucede en un periodo de 20 años, por lo que no sólo se habla de dictadura, sino también del paso del tiempo y se trata la muerte y la enfermedad, unos temas que "hacen de espejo de lo que son los humanos".

Por otro lado, Rigola indicó que en 'Rock'n'roll' el espectador va a encontrar conversaciones de "alto voltaje político", pero también "muy cercano al público". Según subrayó, "Stoppard cree en el espectador y sabe que es inteligente".

Luis Marco, actor protagonista en el papel de Max, señaló que su personaje sobrevive con sentido del humor, asumiendo así una vida entera dedicada al Comunismo. Según indicó, este profesor de Filosofía experimenta una situación parecida a la de muchos españoles en el comienzo de la democracia en España. "Pensábamos que los nuestros eran distintos, pero también metieron la mano en el pastel", indicó Marco.

En este sentido, el actor que encarna a Jan, Joan Carreras, señaló que "una de las grandes maravillas de esta obra es que habla de las relaciones entre familiares y entre amigos", y todo "salpicado" con sentido del humor, con el "sarcasmo y la ironía" que caracteriza a los ingleses.

En el aspecto musical, los responsables del espectáculo indicaron que la obra abarca temas de grupos de finales de los años sesenta, como la primera etapa de Pink Floyd, The Rolling Stones, Velvet Underground, Grateful Dead o John Lennon, así como música de finales de los ochenta, como U2. "Todas las canciones están marcadas por Tom Stoppard, quien dice qué tema hay que poner entre escena y escena", señaló Rigola.

CINE EN CATALUÑA

Respecto a la polémica del doblaje en los cines de Cataluña, el equipo de 'Rock'n'roll' mostró una opinión homogénea en este asunto. Carreras indicó que allí esta situación se vive con "naturalidad", porque cuando pasan de un idioma a otro para adaptar las obras de teatro al lugar donde se van a representar no resulta algo complicado. "Es en las esferas políticas donde se complica, porque en la cultura o el arte no trabajamos para la ideología de cada individuo", dijo.

En este sentido, Marco señaló que "es mucho más sencillo de lo que muestran los políticos, porque el bilingüismo, algo que debería verse como un plus cultural, se vende muy mal en España". Asimismo, Rigola añadió que "en el caso de los cines lo mejor es que no se doblen las películas". "Debería estar subtitulado, porque así se apoyaría, además, el trabajo de los actores", concluyó.