MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
La sede del Instituto Cervantes en Madrid acoge desde hoy y hasta el próximo 18 de noviembre la exposición 'Los carteles de Tàpies y la esfera pública', casi un centenar de obras del pintor barcelonés, que muestran el compromiso social del artista. La directora del Cervantes, Carmen Caffarel, presentó hoy esta muestra acompañada de Nuria Enguita, directora de proyectos de la Fundación Antoni Tàpies. Antes del recorrido por la exposición Miquel, hijo del artista, depositó en la Caja de las Letras un legado que permanecerá custodiado hasta 2022.
La exposición está formada por casi un centenar de carteles de Tàpies, realizados entre 1950 y 2006, que ponen de manifiesto la elaboración de su particular lenguaje plástico y el compromiso del artista con los acontecimientos de su época. Un recorrido cronológico por la producción cartelística de Tàpies, que no pudo asistir a la inauguración por motivos de salud. La muestra viajará a lo largo de 2008 por los Cervantes de Burdeos, Praga y Berlín.
Como explicó Enguita en rueda de prensa, los carteles no son comerciales ni políticos, sino que pertenecen a la "esfera pública del artista". La exposición está articulada en tres aspectos: únicamente se ha querido recoger carteles del pintor. "No hay originales porque el fin del cartel es su reproducción", destacó. Además, está en orden cronológico "para seguir la historia de un país y la propia trayectoria del artista".
"La evolución del trabajo de Tàpies -dijo- pasa desde los grafitis de los años 60, a la utilización del color, en los 70, hasta el trabajo con el barniz de los 80, para volver a los signos, las letras, los números y las palabras tachadas". La muestra, además, "no desliga su producción personal de la plástica", afirmó Enguita.
MARCADO POR LA POLÍTICA
En el caso de la producción de los años 60, están carteles que anuncian exposiciones del artista o trabajos en colaboración con poetas o cineastas. Aquí se encuadra un cartel con fondo blanco y la marca del rastro de un dedo en rojo sangre. Ya en los 70 el artista se muestra "muy marcado por la política" y la realidad de Cataluña. Aquí están carteles editados en Francia que nunca llegaron a España, en los que aparecen los colores de la bandera de Cataluña así como la imagen del pie, "parte fetiche de la espiritualidad de Tàpies".
Tras ese "intento de recuperar la cultura catalana" a finales de los 70, Tàpies llega a los 80 para dar más importancia a las reivindicaciones sociales. Aquí están carteles en contra de la OTAN, de las centrales nucleares, de Amnistía o para la Cruz Roja, por la Paz o el Apartheid, ya con la técnica del barnizado. En esta última etapa destacan "los corazones" pintados en sus carteles.
"Tàpies no cobra por sus encargos y hace aquellos en los que realmente cree", precisó Enguita, quien realizó un recorrido por la muestra, en la que también pueden verse carteles por el primer aniversario de TV3, el de la apertura de la Fundaciò Antoni Tàpies, de Barcelona 92, en solidaridad con Bosnia, de la Bienal de Flamenco y, para finalizar, el cartel realizado para esta exposición.
CÁMARA ACORAZADA
Antes de la inauguración de la muestra, Miquel, hijo del artista, acompañado de su esposa y de su hijo (cuarto nieto de Tàpies) depositó un legado que Tàpies ha donado al Cervantes, que fue depositado en la caja número 999 de la antigua cámara acorazada de la sede central. Permanecerá custodiado bajo llave hasta el año 2022, fecha en que se abrirá y se hará público su contenido.
El pintor catalán será la tercera personalidad del mundo de la cultura -y la primera del entorno del arte- que cede un legado secreto al Instituto Cervantes para su custodia en la Caja de las Letras. Con anterioridad lo han hecho los escritores Francisco Ayala y Antonio Gamoneda, premios Cervantes de Literatura.
