MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
El actor Lluís Homar buscará la "igualdad efectiva entre hombres y mujeres" así como un acercamiento a lo textos clásicos desde una "lectura contemporánea" en su puesto al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), que asume desde este domingo 1 de septiembre en sustitución de Helena Pimenta, que ha permanecido en el cargo ocho años.
Estas son dos de las claves de su misión para los próximos cinco años, tal y como refleja el Plan Director 2019-2024, al que ha tenido acceso Europa Press, en el que destaca su voluntad por lograr la "excelencia a la altura de las más prestigiosas compañías clásicas internacionales".
Asimismo, entre los objetivos destaca la "especial atención al teatro español del Siglo de Oro" y, de forma complementaria, recuperar piezas del teatro del siglo XIX "escasamente representadas", y la producción de obras de teatro clásico universal y exploración de la tradición del teatro musical clásico.
Homar ya avanzó durante la rueda de prensa de presentación su intención de trabajar con obras desde el Siglo de Oro hasta el siglo XIX --"e incluso entrando en el XX", añadió--, con la posibilidad de incluir clásicos catalanes --"la CNTC está ubicada en Madrid, pero es de ámbito nacional"-- y en las que participará en ocasiones el propio autor, como actor y director.
COPRODUCCIONES NACIONALES E INTERNACIONALES
Además, entre los objetivos de la CNTC para los próximos cinco años se encuentra la continuidad e impulso de la joven CNTC, acercar los clásicos a las realidades sociales o una política de coproducciones "eficaz", tanto nacionales como internacionales. En este sentido, destaca el impulso de la alianza con el Festival de Teatro Clásico de Almagro o la coordinación con las otras unidades de creación del INAEM, así como con otras compañías públicas y privadas, o algunos de los festivales iberoamericanos más importantes.
El nuevo director de la CNTC recordó durante la rueda de prensa que a lo largo de su carrera ha estado vinculado al "teatro clásico universal" --citando obras de Shakespeare o Moliere--, si bien reconoció que "nunca" ha interpretado una obra del Siglo de Oro español. "Yo vengo a aprender también", ha señalado, tras reiterar que su objetivo será el de "continuar" con la labor ya iniciada por Pimenta.
JOAQUÍN DE LUZ: TALENTO, VANGUARDIA Y MUJERES
Por su parte, las claves de Joaquín de Luz al frente de la Compañía Nacional de Danza (CND), que desde este mes recoge el testigo de José Carlos Martínez, pasan por la captación del "talento", la "identidad propia" y la "versatilidad interpretativa".
Además, tal y como avanzó durante su presentación ante los medios en marzo, De Luz pondrá énfasis durante su mandato a la "visibilización de la labor de las coreógrafas" a través de la inclusión de sus trabajos en el repertorio de la compañía.
El nuevo director de la CND, que ha pasado más de 20 años en el extranjero, la mayoría de ellos en Estados Unidos, tendrá como objetivo la búsqueda de repertorios variados y representativos, "reconocibles dentro y fuera de España", que abarquen tanto la danza clásica, neoclásica y contemporánea, como los "nuevos lenguajes más vanguardistas de las artes del movimiento".
Los repertorios estarán integrados por "piezas emblemáticas" de la historia de la danza y por los encargos de "creaciones exclusivas" para la CND, tanto a coreógrafos nacionales como extranjeros, aunque aún no se conocen nombres. Según avanzó, se rodeará del "mejor equipo" que partirá de la "meritocracia".
Entre los planes para las próximas temporadas, destaca una gira por España, algunas ciudades de Europa y Estados Unidos durante la temporada 2019-2020, mientras que en 2020-2021 viajará a Oriente Medio y Europa, en 2021-2022 a Europa y Asia, y 2022-2023 a Europa e Iberoamérica.
RUBÉN OLMO: TRADICIÓN Y VANGUARDIA
Rubén Olmo, que sustituye a al frente del Ballet Nacional de España (BNE) a Antonio Najarro, tras ocho años al frente de la compañía, destaca entre sus objetivos para los próximos años la presencia internacional de la BNE, aunar la tradición y la vanguardia, buscar la "versatilidad de formatos" y la presencia de coreógrafos internacionales "de primer nivel".
Además, el Programa Director para los próximos cinco años incluye también el apoyo a los nuevos creadores de la danza española, con "especial atención" a las mujeres creadoras.
Otros de los objetivos que plantea Olmo son la "óptima gestión de los recursos propios", el desarrollo de la función pedagógica, a través de talleres de especialización y perfeccionamiento, así como fomentar la movilidad en espectáculos de gran formato, y buscar alianzas nacionales e internacionales para "asegurar" la difusión de la BNE.
