El Louvre presenta el jueves 25 una monumental obra ideada por Anselm Kiefer expresamente para el museo

Actualizado: domingo, 21 octubre 2007 21:08


PARIS, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

Cincuenta años después de George Braque, un artista contemporáneo concibe un nuevo decorado para el Palacio del Louvre. El pintor alemán afincado en Francia Anselm Kiefer ha creado una monumental obra en una de las escaleras que flanquean la sección de Antigüedades egipcias del gran museo parisino, un ambicioso proyecto que se abrirá al público el próximo 25 de octubre.

El tema de las constelaciones y los ritos funerarios es el elegido por Kiefer para ilustrar con una tela de grandes dimensiones esta zona del museo. El proyecto, ideado por el pintor germano para el Louvre, se verá reforzado durante un mes con una intensa agenda cultural que gira en torno al concepto de 'frontera', también elegido por Kiefer.

Nacido en 1945 en Donaueschingen, al sur de Alemania, Kiefer fue el protagonista de la exposición 'Monumenta 2007' que se pudo ver en la nave del Gran Palais de París hasta el mes de agosto y el Guggenheim Bilbao expuso hasta el pasado 3 de septiembre un centenar de sus obras realizadas en la última década.

Activo en la escena artística desde los años setenta, ha investigado intensamente en la historia, la religión y la simbología, temas que refleja plásticamente en obras de grandes dimensiones que transmiten una inmediata y potente emoción. Kiefer bucea en los fundamentos de la civilización para rechazar la amnesia colectiva y reconstruir el hilo de la memoria y la razón.

"No hace falta entender lo que quiero decir con mis obras. Hay que ver algo y hay que hacerlo con la manera de pensar de cada uno, con la historia de cada uno y expresar lo que se siente, lo que se piensa y ver si se puede combinar todo eso para construir algo. Cada espectador debe, de alguna manera, concluir la obra con su mirada", decía el pintor con motivo de la obra presentada en 'Monumenta 2007'.

Sus trabajos refuerzan la solemnidad de la naturaleza gracias a una técnica que combina una pincelada primitiva, el gusto por los tonos naturales, una gama más bien monocroma y el uso de materiales agresivos como el alambre mezclados con otros radicalmente básicos como plantas, hojas, barro, tierra, polvo, yeso.

El Louvre, cuya política sobre arte contemporáneo desde 2003 se basa en incorporar con caracter permanente una obra del siglo XXI en el decorado y arquitectura del Palacio, recurre ahora para su nuevo decorado a Kiefer, que sucede así a una larga serie de artistas como Le Brun, Delacroix, Ingres o George Braque.

Coincidiendo con la presencia del artista alemán, habrá un ciclo de conferencias sobre diversos aspectos de la frontera, veladas de arte contemporáneo en las que se propondrá al visitante una relectura de los temas iconográficos bíblicos a partir del concepto de frontera y hasta un día dedicado al escritor portugués Fernando Pessoa.

WALKING THE LINE

Entre las propuestas más llamativas figura la del coreógrafo norteamericano Bill T.Jones, creada a escasos metros de la Victoria de Samotracia y que se se extiende hasta la escultura de Los Esclavos de Miguel Angel. Un espectáculo titulado 'Walking the line' en el que está acompañado por la cantante tibetana Yungchen Lhamo y el percusionista francés Florent Jodelet.

'Walking the line' logra establecer una relación entre la figura en movimiento del bailarín y las esculturas, y consigue desde el punto de vista acústico, al jugar con lo lejano y lo cercano, una percepción de amplitud. "Un viaje imaginario hacia una efímera 'tierra de nadie', un lugar onírico de reencuentro con objetos venidos de lugares y momentos históricos distintos", reseña el Louvre.