La mirada del pintor Avigdor Arikha inicia una nueva serie en el Museo Thyssen, que analiza 18 cuadros de su colección

Europa Press Cultura
Actualizado: lunes, 18 diciembre 2006 14:03

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Museo Thyssen-Bornemisza inicia a partir de mañana una nueva serie de exposiciones que, con carácter anual, mostrarán una selección de obras de sus colecciones realizada por un artista vivo. El pintor judío Avigdor Arikha es el primero en mostrar su mirada sobre 18 cuadros pertenecientes a diferentes épocas del museo a través de una muestra en la que también se han incluido dos cuadros de este artista como antesala a la gran exposición que se le dedicará próximamente, anunció hoy el director del Museo Thyssen, Guillermo Solana.

'Studiolo. Antología de la colección/1' es el título de la primera exposición de esta serie "que surge del proyecto vital de Arikha como pintor", señaló Solana. El director del Museo Thyssen recordó que es habitual encontrar estudios sobre las colecciones de los museos a través de historiadores pero que resulta mucho menos frecuente contar con los propios artistas para que aporten sus propias "visiones y horizontes". Algo que han hecho algunas pinacotecas del mundo como la National Gallery de Londres, indicó.

Solana realizó algunos apuntes sobre la vida "apasionante" de este artista judio que sufrió el impacto del Holocausto y que pasó por los campos de concentración nazis. Asimismo, recordó cómo participó "heroicamente", ya que fue gravemente herido, en la guerra de la independencia de Israel, país en el que se formó, como otros muchos huérfanos, en un 'kibbutz'.

PINTOR DEL NATURAL

Su sueño por viajar a París se hizo realidad y allí es donde vive y trabaja de manera continuada (salvo algunas excepciones en las que ha estado en Nueva York e Israel). En sus primeros tiempos Arikha se mostró como pintor abstracto de éxito pero llegó un momento en que la abstracción no le dejaba "suficientemente satisfecho" e incluso llegó a pensar que estaba concluida como gran proyecto artístico.

Por esto, en 1965 el artista decidió volver a trabajar del natural, mostrando las personas y objetos cotidianos que le rodean y donde se encuentra actualmente toda su materia como pintor. "Pintar del vivo ha sido la clave de su obra y, es más, Avigdor Arikha es partidario de realizar sus obras en una sola sesión, sin retoques posteriores del cuadro, es como una garantía de la verdad del intento del artista", señaló Solana, quien recordó también la pasión que siente este artista por Velázquez.

Precisamente aquel aspecto fue esencial en la petición que el director del Museo Thyssen realizó al pintor cuando le encargó este trabajo: poner en el centro la preocupación por la verdad. "Aunque en los 18 cuadros que se ofrecen no todos están realizados del natural, en la mayoría sí existe la voluntad de coger el toro de la realidad por los cuernos. Todos ellos nos miran directamente, nos interpelan de manera más intensa, de modo independiente a la historia que poseen", explicó Solana.

CON LUZ NATURAL

Entre los lienzos agrupados en esta muestra hay obras de Caravaggio ('Santa Catalina de Alejandría'), Tiziano ('Retrato del Dogo Francesco Venier'), Bramantino ('Cristo resucitado'), Antonio Moro ('Giovanni Battista di Castaldo'), Orazio Gentileschi ('Lot y sus hijas'), Cézanne ('Retrato de un campesino'), Edward Hopper ('Muchacha cosiendo a máquina'), Piet Mondrian ('Composición de colores I') o Lucian Freud ('Último retrato').

Por expreso deseo de Arikha, que es un ferviente defensor de que los museos se abran a la luz natural, se han retirado los focos artificiales y se han pintado las paredes de otro color (tras finalizar esta exposición el 11 de marzo de 2007 volverán a su tonalidad inicial).

Por su parte, el propio Avigdor Arikha explicó algunas peculiaridades de los lienzos seleccionados para esta muestra de los que le ha interesado su "esencia rescatada del natural y su composición dramática". "Mondrian llegó a la abstracción absoluta reduciendo el cuadro a su eje vertical y horizontal. Constituye la excepción al hilo conductor de esta selección, que se ha limitado a la pintura de observación", explicó.

Según Arikha, "desde los primeros tiempos, el arte se adaptó a la creencia dominante y fue producto de la imaginación y la imaginación conduce a la certeza, permitiendo incluso que Rafael creyera en la ilusión de que había inventado a su Galatea. El arte basado en la observación lo crean la mirada y la mano a partir del natural. Su objetivo no es decorar, como el ornamento, no documentar, como la imagen, sino que nace de una necesidad profunda de retener lo vivido".

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