El Museo de la Automoción en Salamanca recorre la historia del diseño del automóvil a través de piezas únicas

Actualizado: jueves, 18 mayo 2006 18:00


SALAMANCA, 18 May. (EUROPA PRESS) -

La evolución del diseño del automóvil a lo largo de su historia, las hazañas que los pilotos y propietarios realizaron juntos, vehículos únicos de coleccionismo y múltiples hitos sobre ruedas del mundo del motor es, en conjunto, el ofrecimiento del Museo de la Automoción ubicado en Salamanca y que hoy puede visitarse de forma gratuita con motivo del Día Internacional del Museo.

A disposición de todos los que se acerquen a este espacio está la colección permanente y un apartado temporal dedicado a la competición (a la que próximamente seguirá una dedicada a los automóviles italianos), a lo largo de tres plantas repletas de bólidos procedentes de la colección particular de su fundador, Demetrio Gómez, de cesiones de Patrimonio Nacional y regalos y préstamos de particulares y de marcas como Renault o Iveco, con la presencia obligatoria de Ferrari, Cadillac, Studebaker o Porsche, entre muchas otras firmas.

El origen de este completo conjunto automovilístico surgió del deseo de Demetrio Gómez, quien proyectó que su colección permaneciera reunida y en Salamanca. "Influyó en mí que me preguntaran en el extranjero cuántos museos de automóviles teníamos en España y que aunque había colecciones muy buenas, no había museos", reseñó el fundador.

Esto ocurrió hace más de treinta años, en un desarrollo que cristalizó hasta septiembre de 2002, fecha en que sus majestades los reyes de España, "al rey le entusiasmó la idea", inauguraron este espacio para el que la Casa Real ha donado algunos vehículos, siempre con la intención de que fuera "didáctico, no un almacén de coches, sino que tuviera un continuidad y una historia del diseño del automóvil".

UN 30 POR CIENTO DE PIEZAS ÚNICAS

Para el director de Colecciones, Javier Gómez, es difícil destacar algún ejemplar entre las decenas y decenas que pueden contemplarse en el museo. "Dentro de la exposición permanente el 30 por ciento de la colección son piezas únicas; hay un Muntz Jet del año 1952 de los que se fabricaron cinco con esa delantera y sólo queda ese; hay tres Pegaso de los 80 que se fabricaron y de los que sólo quedan 50, construidos en nuestro país; el Benetton Renault con el que Schmacher ganó su segundo título mundial, hay muchas piezas interesantes", subrayó.

Javier Gómez añadió que la singularidad de las piezas se deben no sólo a su escasez, belleza, variedad o calidad, sino a las vivencias que unieron al vehículo y a las personas. Así el camión Pegaso 7222 con el que Carlos del Val y Marcelo S. Conod ganaron el París Dakar en 1985; el coche asignado a Carmen Polo; el vehículo oficial de Franco desde 1970; un Hispano Suiza que perteneció a Carmen Imperio o varios coches que su dueño emparedó durante la guerra para que no fueran requisados.

Entre las historias de los coches expuestos contadas por los encargados del museo puede oírse aquella que narra que el ladrón Clide, de la famosa pareja Bonnie and Clyde, llegó a enviar una felicitación escrita a Ford, ya que su modelo Ford Galgo V8 de 1932 le permitía siempre escaparse de la Policía. Un modelo como el mencionado puede verse en esta exposición.

CONFIGURACIÓN INTEGRADA

Toda una historia del diseño del automóvil (desde el primer modelo patentado con motor a explosión e incluso anteriores, movidos por aire) dentro de la cual el director de Colecciones del museo destacó las décadas del 50 al 90 del pasado siglo como fundamentales dentro de un "desarrollo frenético para limar asperezas", una vez que los ingenieros lograron que los motores "funcionaran bien" y los diseñadores consiguieron que los espacios "fueran más o menos cómodos".

Es lo que denominan configuración integrada o automóvil integral, en el que todas las partes se integran en un volumen único desde la fábrica, hasta llegar a los modelos actuales en los que "la informática y la electrónica y dominan el automóvil, son claves".

Para contemplar esta inmensa colección acuden desde el aficionado "al que le gustan los coches, pone muchas pegas, se asoma, pregunta muchas cosas, alguien que es interesante porque es enriquecedor para el museo", hasta los chavales "que se lo pasan estupendamente viendo los coches, escuchando las anécdotas y que siempre aprenden algo".

Las familias son otro de los perfiles de visitante del museo y, en ese sentido se intenta, según Gómez, que la mujer "se sienta a gusto en el museo, algo que no es fácil ya que parece que por definición esto es algo relegado al mundo masculino y no es así", por lo que en el recorrido histórico mencionado se busca mostrar la presencia de la mujer en este mundo.

USO RACIONAL DEL COCHE

"Un mundo sin coches no existe. Desde que el ser humano existe hay medios de transporte o de locomoción y hay que entender el automóvil como un elemento de comunicación que ha acercado unas culturas a otras, y ha acercado países", añadió el representante del museo para enfatizar el beneficio aportado por los vehículos.

No obstante, apeló a un uso racional del automóvil y recordó que incluso en tiempos de Julio César se impedía estrictamente circular por las calzadas en determinadas circunstancias para evitar "un colapso total" e incluso se llegaron a inventar marcaciones similares a los pasos de cebra que ralentizarán el paso los carros, debido a la cantidad de atropellos que había en Roma.

"El mercado de automóvil casi está saturado, hay que regularizarlo y utilizar el automóvil de una forma racional. La gente se sube al coche hasta para comprar el pan a la vuelta de la esquina, tampoco entiendo el uso de los todoterrenos en las ciudades que parece que se te van a subir encima", remarcó Gómez, quien abogó por que el diseño se oriente más decididamente según los usos (bien sea un viaje, la ciudad, el campo o el transporte).

También se orienta porque el consumo sea "más racional, con combustibles ecológicos e incluso con pilas de hidrógenos o energía atómica, porque aunque parezca una barbaridad es una energía limpia que podría funcionar".