El Museo Reina Sofía acoge 250 imágenes del fotógrafo Luigi Ghirri en la exposición 'El mapa y el territorio'

Luigi Ghirri
MUSEO REINA SOFÍA
Actualizado: martes, 25 septiembre 2018 14:43

   MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El Museo Reina Sofía ha presentado este martes 25 de septiembre la exposición 'El mapa y el territorio' dedicada a Luigi Ghirri (Scandiano, 1943-1992), uno de los fotógrafos italianos más reconocidos. La muestra exhibe alrededor de 250 imágenes realizadas en los años 70, un periodo fundamental en la investigación fotográfica del artista y concluirá el próximo 7 de enero, según ha informado el museo.

   Ghirri decidió dedicarse plenamente a la fotografía en 1970, a la edad de 27 años. Antes trabajó como aparejador y topógrafo en la ciudad italiana de Módena y sus alrededores. Su experiencia previa de trabajar sobre el terreno, de medir el espacio, y de delimitar el territorio, tuvo un efecto duradero sobre su aproximación a la fotografía. Casi siempre retrató su objeto de interés de frente, evitando el drama, el movimiento y la emoción.

   En palabras del comisario de la exposición, James Lingwood, Ghirri fotografiaba "lo efímero de los objetos cotidianos". "Quizá a algunos les parezca de mal gusto pero encarna los recuerdos de muchas personas", ha indicado este martes en rueda de prensa el comisario.

   Durante la década de los 70, el fotógrafo tomó miles de fotografías, con las que cartografió los contornos cambiantes de la vida moderna en una Italia que "vacilaba entre lo viejo y lo nuevo", y dio forma a "una singular reflexión sobre el lenguaje fotográfico y su papel en la construcción de las identidades modernas", ha explicado el museo.

   En palabras del fotógrafo, "la fotografía es una gran aventura por el mundo del pensamiento y la mirada. Un viaje inacabable por lo grande y lo pequeño, por las variaciones, a través del reino de las ilusiones y las apariencias, un lugar de multitudes, laberíntico y especular".

   Ghirri trabajaba la mayor parte del tiempo en espacios exteriores, paseando por las calles de Módena, viajando en coche por los las zonas rurales cercanas, y visitando lugares de ocio como parques de atracciones y playas.

   Organizada por el Reina Sofía en colaboración con el Museum Folkwang de Essen y la galería Jeu de Paume de París, la muestra supone la primera exposición que recoge un número significativo de obras de Ghirri organizada fuera de Italia, y cuenta con la colaboración del Instituto Italiano di Cultura di Madrid, y el apoyo de la Universitá degli Studi di Parma.

EL ACERCAMIENTO AL COLOR A PESAR DE LA CRÍTICA

   En un momento en el que la fotografía en color suscitaba recelos en los círculos artísticos predominantes por su proximidad a la fotografía popular y comercial, y la práctica fotográfica "seria" se hallaba dominado por el blanco y negro, Ghirri trabajó solo en color, según ha indicado Lingwood. "Hago fotos en color, porque el mundo real es en color y porque el cine en color ya ha sido inventado", escribió el fotógrafo.

   La producción de Ghirri se movió simultáneamente en distintas direcciones. Organizaba sus fotografías en grupos concretos a los que consideraba "obras abiertas". Algunos concluyen en un año determinado y poseen una temática bien definida; otros son más difusos y abiertos, combinando fotos tomadas a lo largo de varios años y en distintos lugares, básicamente en Italia y, ocasionalmente, en Francia y en Suiza.

EL MAPA Y EL TERRITORIO

   Las fotografías que se muestran en el inicio de la exposición son imágenes realizadas en entornos urbanos, sobre todo en Módena y otras localidades cercanas de Emilia-Romaña y, a veces, en ciudades suizas y holandesas a las que viajó a comienzos de los años setenta. Esas fotos son de dos tipos: primeros planos de superficies y vistas de personas tomadas desde lejos.

   En 'Paesaggi di cartone' (Paisajes de cartón), un grupo mucho mayor de fotografías realizadas entre 1970 y 1973, Ghirri exploró "la ubicuidad de las imágenes visibles en los espacios públicos", en los carteles y las vallas publicitarias, en los escaparates y los cafés, combinando, en ocasiones, la imagen con detalles de la naturaleza o el cielo en un montaje encontrado.

   "Ghirri se acercó a la fotografía amateur, del fotógrafo de fin de semana y se alejó de la fotografía social en blanco y negro", apostilla el comisario.

   Para realizar las fotografías del siguiente grupo, 'Colazione sull'erba' (Desayuno sobre la hierba), Ghirri frecuentó lugares "que conocía bien": las calles de Módena y las casas que habían ido surgiendo en las afueras de la ciudad. Su atención se centraba sobre todo en "la cuidadosa disposición de la naturaleza" en torno a las viviendas recientemente construidas para la pequeña "burguesía floreciente", según ha indicado el museo.

   En 'Catalogo', dirige su curiosidad a los detalles decorativos de azulejos, muros de ladrillo y mosaicos, expresiones todas ellas de "una identidad colectiva característica de la cultura de provincias".

   "En Italia fotografió símbolos, carteles con anuncios de la italia provinciana de aquel entonces. Se situaba entre la tradición y la modernidad", apunta Lingwood.

   En 'Km. 0,250', trabajo que Ghirri describió como "un fresco para nuestro tiempo" se dedicó a fotografiar las vallas publicitarias pegadas en los muros perimetrales de una pista de carreras ubicada en los alrededores de Módena, una especie de museo al aire libre que cubría una distancia de aproximadamente 0,250 Km.

   A medida que su trabajo se desarrollaba al hilo de la década, Ghirri fotografió personas cada vez con menos frecuencia. Una excepción a esta pauta son las fotografías de gente captada mientras contemplaba o era contemplada, mientras hacía una fotografía o era fotografiada, que él agrupó bajo el nombre de 'Diaframma 11, 1/25, luce naturale' (f/11, 1/125, luz natural, cuyo título hace un guiño a la fijación del fotógrafo amateur con la técnica).

   En Italia Ghirri cartografió una Italia diferente, alejada de sus ciudades históricas y de sus centros turísticos y en 'Infinito', un trabajo consistente en 365 fotos del cielo tomadas durante cada uno de los días del año 1974, el fotógrafo mostró semejanzas con ciertas prácticas de arte conceptual de finales de los años 60 y principios de los 70.

   Para realizar 'Il paese dei ballochi' (El país de los juguetes), título que alude a Las aventuras de Pinocho, Ghirri pasó muchos fines de semana visitando un parque de atracciones de Módena. Además, al fotógrafo le atraían los mapas, en particular los atlas, por lo que realizó 'Atlante', una amplia serie de fotografías que mediante la utilización de macrolentes, se aproximan paulatinamente a detalles insignificantes de desiertos, océanos y cordilleras.

   En Vedute el fotógrafo abarca desde signos colocados para ser vistos, hasta lugares desde en los que la gente puede contemplar una vista. La serie incluye también superficies reflectantes y lo que Ghirri denominó "encuadres naturales", poniendo el acento en la decisión acerca de lo queda delimitado, y lo que no, en la fotografía.

   El libro 'Kodachrome' se publicó en 1978 por una editorial que Ghirri había fundado en 1977 con su esposa Paola y el fotógrafo Giovanni Chiaramonte. Sin cronología ni comentarios, fluye del cielo al horizonte, de la playa y al mar, yuxtaponiendo paisajes encontrados y construidos, maquetas de casas y casas de verdad, supuestas montañas y montañas reales, incorporando por el camino incontables espejos y reflejos, reproducciones, postales de vistas y pinturas de paisajes, jugando todo el tiempo con el género y la escala.

   Las fotografías agrupadas bajo el título de 'In scala' (En escala) fueron realizadas entre 1977 y 1978 en un parque de atracciones de Rímini, lugar que Ghirri describe como un atlas tridimensional. Además, con la serie 'Still Life', se centró en las pinturas amateur y las copias kitsch que encontraba en el mercadillo de Módena.

   Por último, su serie fotográfica de primeros planos de la biblioteca de su casa de Módena llamada 'Identikit', sirve de epílogo de la exposición.