TARRAGONA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Paseo Arqueológico de Tarragona volverá a abrir mañana sus puertas, tres meses y medio después que fuese cerrado por culpa del desprendimiento del pasado 15 de noviembre, de un tramo de 20 metros de la parte interior de la Muralla romana.
Aún cuando el Paseo Arqueológico discurre por la parte exterior de la misma, se han tenido que aplicar varias medidas urgentes de seguridad para que, a partir de ahora, se pueda proceder a la reparación de la parte interior.
Se ha efectuado un apuntalamiento en la base de cuatro estructuras metálicas provisionales que sujetan el muro y le dan estabilidad: dos de ellas están ubicadas en el interior de la Muralla, al Patio del Arzobispo, y las otras dos al mismo Paseo Arqueológico.
La concejal de Patrimonio del Ayuntamiento, Maria Mercè Martorell, explicó que antes de la reparación definitiva "hacía falta primero un apuntalamiento exterior para asegurar este tramo, y a la vez para permitir que el recrecimiento de la parte interior, en el Arzobispado, se pueda desarrollar con más tranquilidad, con la seguridad de qué la otra esquina de la Muralla no cederá debido a la reconstrucción".
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