MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El académico y escritor José María Merino recopila en 'Aventuras e invenciones del profesor Souto' (Páginas de espuma) las historias de uno de sus personajes más emblemáticos en las que también hay espacio para reflexiones sobre "micronaciones, soberanías de bolsillo o nanopólis".
"Lo que pasa en Cataluña es un golpe contra la Constitución, algo que ya pasó con Franco en el 36. El separatismo habla de una cosa que pertenece a la vida como sueño y, por ejemplo, el hecho de ser republicano no significa que no se pueda respetar la Constitución", ha señalado en una entrevista el escritor.
En este sentido, ha asegurado sentirse "preocupado" ante lo que pueda ocurrir en el futuro en Cataluña, que no tendrá "una solución fácil" y podría acabar como "una enfermedad de largo tiempo". Merino ha relacionado los problemas de identidad de su personaje Souto con el nacionalismo.
"Souto se plantea muchas veces aquello que dijo Rimbaud de 'yo es otro', lo contrario del nacionalismo: ellos son de una pieza, pero si cada uno de nosotros no es uno solo...¿cómo se puede pensar que la vida es unidad en algo?", se ha cuestionado.
Souto es el alter ego del autor, que en muchas ocasiones aparece como protagonista de los relatos y microcuentos, aunque también puede aparecer como otro personaje secundario. "La creación de este personaje responde a mis inquietudes más profundas, en especial las relacionadas con el lenguaje y los signos", ha apuntado.
En este sentido, una de sus lamentaciones es "el abandono educativo" de las humanidades en las aulas, donde se está "perdiendo la formación literaria". "Si perdemos la ficción escrita habrá que pensar qué será de la especie, porque estamos formados en un pensamiento simbólico", ha alertado.
'IROS' COMO IMPERATIVO
Como miembro de la Real Academia Española, Merino ha defendido que esta institución no es la encargada de hacer el lenguaje, por lo que en ocasiones hay que aceptar que el habla es "propiedad del pueblo". En este sentido, ha afirmado que, pese a no ser favorable con algunas decisiones --como la aceptación de la forma 'iros' como imperativo--, "la tolerancia es inevitable".
"Tenemos una lengua de 500 millones de hablantes y hay poca conciencia de ello, pero esto es como con la naturaleza: uno tiene que aceptar que la Casa de Campo se llene de pájaros exóticos o que la chumbera ya no es una especie invasiva", ha asegurado.
STEPHEN KING Y DAN BROWN
También ha hablado sobre el estado actual de la literatura y su responsabilidad en el uso del lenguaje. "Parece que se ha vuelto a la literatura popular, pero con la diferencia de que ahora se compara a Stephen King con Dan Brown y, para mi, 'El Código da Vinci' no se habría publicado en ningún quiosco por esa época", ha apuntado.
En este sentido, ha lamentado que la tendencia actual parece reclamar que "alguien se haga famoso y luego ya publique". "Estuve hace años como jurado de un premio literario importante y juré no volver más. Ahora en la 'literatura de aeropuerto' intento buscar algún nombre conocido y no encuentro a nadie: de todas formas, es literatura efímera", ha concluido.
