MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El escritor gaditano Felipe Benítez Reyes, que recibió el pasado 6 de enero el premio Nadal 2007 por su novela 'Mercado de espejismos' (Destino), admitió hoy en la presentación de su nuevo trabajo junto a la otra finalista del galardón, Carmen Amoragas por 'Algo tan parecido al amor' (Destino), que "desde la ideación de la obra" buscó hacer "un homenaje al juego cervantino".
"Se trata de una novela que se vale de una parodia para llegar a ser novela, por lo que esa parodia es un detonante pero no lo esencial", señaló el Premio Nacional de Literatura de 1995.
Amoragas, por su parte, destacó "la supervivencia emocional" a la que se someten los personajes de su obra, que quedan reflejados en "una visión sobre las relaciones humanas entendido en el sentido más amplio".
'Mercado de espejismos' muestra los problemas que tienen dos ladrones de obras de arte, Corina y Jacob, en el ocaso de su carrera. La imposibilidad de llevar a cabo encargos que no son acordes con su edad, les lleva a retirarse, pero un último objetivo de envergadura consigue llevarles de nuevo a un primer plano: deberán robar el relicario que guarda los restos de los Reyes Magos en la Catedral de Colonia.
"SEÑORITISMO INTELECTUAL"
Benítez ha querido, a través de esa parodia, diferir de otras novelas que, "como el Código Da Vinci, no afrontan el trabajo con el talante de una ficción, sino como revelación de los secretos".
Aunque al autor de 'Humo', le llama la atención que "la gente se tome en serio este tipo de obras", no quiso adoptar "un señoritismo intelectual" que muestran algunos críticos. "No es censurable esta actitud del escritor, la de buscar un entretenimiento en vez de un disfrute estético, ya que vivimos en un mundo de cosas terrible y no necesitamos buscar criminales literarios", reconoció.
Sin embargo, este tipo de trabajos sí que permitieron al escritor aumentar "la estirpe cervantina" de su novela. 'El sepulcro de los Reyes Magos', un trabajo publicado por el desconocido submarinista estadounidense James Rollins meses antes de que Benítez diese por concluida la que finalmente se convertiría en reciente ganadora del Premio Nadal, le sirvió al novelista gaditano para incluir esa "historia descabellada" en su propia obra.
Para el escritor, que suma ya ocho novelas y ha cultivado con éxito otros campos de la literatura como son la poesía o el teatro, este hecho sirve para mostrar su "capacidad desarrollada para divertirse". "Si algo me aburre, lo desvío a otro registro más interesante".
SENTIMIENTO DE CULPA
La novela finalista 'Algo tan parecido al amor', escrita por la periodista Carmen Amoraga, presenta la trayectoria amorosa de tres amigas, Amparo, Ana y Silvia, que fueron compañeras de colegio y siguen como amigas y confidentes cuando ya son treinteañeras. Las relaciones a tres bandas tiene como fondo el análisis de los sentimientos que intervienen en ellas: el amor, el miedo, los celos, la culpa o el ansia de posesión.
Para Amoraga, que con este último trabajo ya cuenta con tres novelas en su haber después de 'Para que nada se pierda' y 'La larga noche', se trataba de "demostrar que la sociedad ha descuidado su lado sentimental".
A pesar de que las tres protagonistas se encuentran inmersas en situaciones de pareja comprometidas y , por ello, "se sienten culpables, ninguna de ellas lo es en realidad", aclaró la escritora valenciana. "Quizás el problema es que estamos educados en una cultura de culpa".
Amoraga, II Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla, negó "representar a ningún género ni generación", ni tan siquiera "juzgar a los personajes, ya que la vida te pone en todos los lugares: el de amante o engañado" . "Simplemente muestro a personas en un círculo del que es muy fácil entrar y muy difícil salir".
