Día del Libro 2023: Autores de récord, libros prohibidos y más curiosidades de la literatura española

Portada del tema 'Autores de récord, libros prohibidos y más curiosidades de la literatura española'.
Portada del tema 'Autores de récord, libros prohibidos y más curiosidades de la literatura española'. - GETTY
Actualizado: domingo, 23 abril 2023 15:47

MADRID, 20 Abr. (EDIZIONES) -

¿Cuánto se tarda en leer algunos de los grandes clásicos de la literatura española? ¿Cuál es el autor español más leído? ¿Y el más traducido? ¿Dónde se idearon las tramas de libros tan icónicos como El Quijote? Hacemos un repaso de algunas curiosidades sobre la literatura española con motivo del Día del Libro.

¿CUÁNTO SE TARDA EN LEER...?

El Quijote tiene unas 381.000 palabras. A un ritmo medio de lectura, es decir, unas 300 palabras por minuto, uno tarda 21,6 horas en acabárselo. Si uno prefiere un bocado literario más pequeño, puede optar por El Lazarillo de Tormes, que tiene poco más de 20.000, lo que supone poco más de una hora de lectura; o por La Celestina, que con unas 10.800 se puede leer en menos de tres cuartos de hora.

AUTORES DE RÉCORD

No es que Cervantes quede desbancado como el autor más traducido en español, es que ni siquiera se acerca a la cima del podio: cuentan con más traducciones los textos de Mario Vargas Llosa, Isabel Allende y Gabriel García Márquez, según la Unesco.

Es lo que tiene poseer un catálogo de obras tan amplio como el de ciertos autores. Como ejemplo basta María del Socorro Tellado López, alias Corín Tellado, que figura en la edición de 1994 del Libro Guiness de los Récords, edición española, como la autora española más vendida. La asturiana publicó 4.000 títulos durante su carrera, que se extendió a lo largo de 56 años: sale a una media de 71 por año. Por comparar, casi triplicó la producción literaria de Lope de Vega, que se atribuía a sí mismo 1.500 obras teatrales.

DESDE LA CÁRCEL

La vida de Lope de Vega incluyó un sin fín de aventuras, entre expediciones militares, destierros, amantes y peleas con las autoridades y con otros grandes literatos de la época. También visitas a la cárcel, como la que tuvo que hacer en 1587 a raíz de los versos despechados que escribió contra una 'ex', Elena Osorio, que no quiso casarse con él al enviudar.

No fue ni el primer ni el último genio de las letras español en pasar un tiempo a la sombra. Muchos son los que han interpretado esta referencia en el prólogo del Quijote como una confirmación de que Cervantes ideó y/o comenzó a escribir su obra magna estando encarcelado, ya fuese en 1592 en Castro del Río (Córdoba), por desavenencias con la Iglesia, o en 1597 en Sevilla, bajo la acusación de haberse apropiado de fondos indebidamente mientras era recaudador de impuestos: "¿Qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?"

A diferencia de lo que sucede con Cervantes, se sabe a ciencia cierta que Miguel Hernández compuso sus 'Nanas de la cebolla' estando encarcelado. El poeta, que estuvo afiliado al Partido Comunista y que combatió en el bando republicano durante la Guerra Civil, murió a los 31 años en el Reformatorio de Adultos de Alicante por una grave afección pulmonar complicada por la tuberculosis.

LIBROS CENSURADOS Y PROHIBIDOS

Huelga decir que las obras de escritores manifiestamente republicanos estuvieron prohibidas o fueron destruidas durante el franquismo, como puede ser 'El hombre acecha' del propio Miguel Hernández o 'La casa de Bernarda Alba' de Federico García Lorca, pero tampoco se salvaron de la censura obras como 'La Colmena', de Camilo José Cela, a pesar de que el propio Cela trabajó como censor: la obra se editó en 1951, seis años después de que fuera presentada ante la censura española, y lo hizo en Buenos Aires (Argentina), al no contar con la aprobación de las autoridades españolas por su contenido sexual y las referencias a temas como la homosexualidad y la prostitución.

Entre los grandes clásicos de la literatura española que fueron prohibidos también destaca el Lazarillo de Tormes, que formó parte del Índice de libros prohibidos por la Inquisición por lo que se interpretó como críticas a la Iglesia.