MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Juan Cruz publica 'Contra la sinceridad' (MR Ediciones), una crítica a los tópicos y contradicciones que se esconden tras la excusa de la verdad, en la que el periodista redefine este concepto desde valores como la naturalidad, la bondad, el respeto, la verdad y la confianza.
"Quienes van siempre con la verdad por delante son personajes muy peligrosos, próximos a la violencia", ha manifestado Cruz en declaraciones a Europa Press, con motivo de la reedición de este libro. "Son unos desagradables, lo que los británicos llaman 'bore'", ha dicho.
Para el periodista, siempre ha sido "muy violento" ese personaje que se acerca y, "aunque no te conoce demasiado", lo primero que te dice es: "Te voy a ser sincero, ya sabes que yo siempre voy con la verdad por delante: te encuentro más gordo, canoso y calvo".
En este libro lamenta que "la sinceridad no es una palabra pura porque la han desnaturalizado absolutamente" y advierte de que quienes la usan lo hacen como "defensa de su propia brutalidad", porque cuando alguien avisa de que siempre camina "con la verdad por delante" es el "prolegómeno de un ataque". "Me echo a temblar", señala.
Se estima que la sinceridad es "una virtud" y, sin embargo, "el mal uso la ha convertido en un "arma arrojadiza", porque cuando te dicen que van a ser sinceros en realidad lo que quieren decir es que son brutales, y cuando te piden que seas sincero lo que te piden es que no lo seas".
"LA PURA ESPECULACIÓN"
Esta "expresión de la virtud más contradictoria que uno se puede imaginar" se pone de manifiesto en varios ámbitos, aunque en algunos de ellos puede ser especialmente dañina, como es el caso de la salud o el amor y, en términos más globales, la política o la economía.
En estas páginas, Cruz escribe: "La sinceridad económica a la que llamamos transparencia puede provocar grandes hecatombes que hace que muchos negocios se tambaleen o que gobiernos sólidos caigan". La suposición, la "mezcla de la sinceridad y la verdad" o la "pura especulación" son tres elementos de conviven en este ámbito, según sus palabras.
"Sin información se revelan circunstancias económicas de familias, entidades y personas que perjudican gravemente su porvenir y su negocio", señala. Por ello, y citando a el presidente del Gobierno, añade Cruz: "Pregúntenme a mí".
El periodista también reflexiona acerca de la "mal interpretada libertad de expresión", especialmente en algunas tertulias televisivas. "Se dicen cosas sobre otras personas que son inaceptables, tanto para el que las dice --porque refleja la mala calaña que alberga-- como para el que las recibe --porque se siente indefenso--".
En concreto, hace referencia a casos como el de Teddy Bautista, Pilar Miró, Jacinto Pellón, Felipe González o Jesús Polanco, a quienes se han dedicado "adjetivos" que pueden considerarse conductas "delictivas moralmente". "Aunque la ley no ampare que sea delito, hay un código moral", sostiene.
La secuela de este libro, 'Contra el insulto', que ya fue publicada, incide en este aspecto y pide a los profesionales de la comunicación que sean "cuidadosos con los materiales" y "no decir nada más que aquello que se sabe que es cierto". "A veces algunos medios de comunicación creen que se puede disfrazar de información el rumor o la insinuación", lamenta.
