Lorraine Lévy aborda el conflicto palestino-israelí en 'El Hijo del otro', un "cuento geopolítico naif" sobre la familia

Europa Press Cultura
Actualizado: lunes, 17 marzo 2014 14:17

MADRID 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

La directora francesa Lorraine Lévy muestra en su nueva película 'El hijo del otro' una parte de las consecuencias del conflicto entre Israel y Palestina, pero dejando a un lado el punto de vista político para centrarse en la intimidad de dos familias.

En un rueda de prensa en el Instituto francés en Madrid, la propia Lévy ha definido su película como "un cuento geopolítico naif", alejado de otros trabajos que buscan explicar las causas del conflicto. "No quería hacer una película política, es más bien un cuento que empieza con 'Érase una vez...' y termina bien, con un mensaje de esperanza", ha explicado.

Cuando se prepara para entrar en el ejercito israelí, Joseph descubre que no es hijo biológico de sus padres. Al nacer, fue intercambiado accidentalmente por Yacine, el bebé de una familia palestina que vive en los territorios ocupados de Cisjordania.

A partir de esta premisa, Lévy, hermana del escritor Marc Lévy, construye una historia en la que ambas familias deberán aprender a aceptarse y orillar los prejuicios acumulados durante años de conflicto entre palestinos e israelíes.

"El intercambio no es un tema que haya escogido al azar, ya que me permite entrar en la alteridad, lo diferente, lo distinto. Si tengo que convertirme en una persona que odio o que me han enseñado que tengo que odiar, ahí empieza la historia", ha señalado.

La decisión de situar la historia en este conflicto responde al hecho del origen judío de la directora, tal y como ella ha señalado. "Es cierto que podría haber contado lo mismo en cualquier otra parte, pero soy judía de familia y es un tema que me toca, me conmueve y me afecta", ha añadido.

Este 'cuento' parte de una historia real, la de un bombardeo en Israel con misiles Scud que llevó a los hospitales de la zona a malas atribuciones de paternidad debido a la evacuación de emergencia. La película está rodada íntegramente en Palestina e Israel, con el muro de Cisjordania como testigo de las idas y venidas de los familiares.

SIN VIOLENCIA

La directora francesa ha reconocido "momentos de dificultad" en el rodaje, solventados gracias a la mediación del equipo técnico, compuesto tanto por israelíes como por palestinos. "Cuando había un problema en un lado, iba una parte del equipo a defender la película y viceversa", ha aseverado.

La ausencia de violencia es otra de las premisas de esta película, a pesar de estar los personajes rodeados de armas y barreras fronterizas. "Es una elección que hice. Los personajes son como instrumentos musicales que me permiten tocar una sinfonía y si hubiese mostrado la violencia, seguramente hubiera adquirido una posición política", ha concluido.

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