MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El árbitro Miguel Ángel Pérez Pérez cumplirá mañana su partido número 300 en la Liga ACB siendo uno de los tres colegiados que dirigirán el choque entre el Alta Gestión Fuenlabrada y el Unicaja de Málaga.
Para el andaluz, de 40 años, llegar a esta cifra le produce "gran orgullo", sobre todo por ser en una "gran competición" como el campeonato español. Entre sus momentos más recordados, están "las finales de una competición especial como la Copa del Rey" de 2005 y 2007 y uno de los partidos de la final de 2004 entre el FC Barcelona y el Estudiantes, donde formó "una 'tripleta' andaluza junto a Conde y García Ortiz", recordó, sin olvidar el ""importante" momento del debut.
Pérez Pérez alaba la "gran evolución" del arbitraje en la ACB, donde reciben "todo tipo de facilidades". "Esto sin duda hace muco más sencilla nuestra tarea. Es bueno poder hablar con el psicólogo y que te dé algunos consejos para mejorar la concentración y también es positivo tener un preparador físico que te ayuda cuando llega alguna lesión", comentó.
El colegiado andaluz cree que un futuro llegará "la profesionalización total" del arbitraje, y apuntó que una de las cosas más importantes es la de "ganarse el respeto de todos los estamentos que forman parte del baloncesto". "Es fundamental, por encima de los errores o los aciertos, mostrar una fuerte personalidad y un carácter, lo que hace que la gente te valore y a la vez te respete", añade.
Finalmente, Pérez Perez reconoce que los colegiados de la ACB son respetados en Europa. "Cuando viajas por Europa los clubes te hacen llegar que cuando juegan fuera agradecen nuestra presencia, porque creen que somos valientes y a la vez justos", sentencia, señalando como sus referentes a Miguel Betancourt y Felipe Llamazares.