MADRID 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El exjugador de la selección española de baloncesto José Manuel Beirán confiesa que, desde sus vacaciones en la India donde se encontraba después de no entrar en la lista para el Preolímpico de París en 1984, no sabía "ni cómo había quedado" el combinado dirigido por Antonio Díaz Miguel, al que se unió posteriormente para disputar los Juegos Olímpicos de los Ángeles y conquistar la histórica medalla de plata de la que se van a cumplir 40 años.
"Fue una sorpresa increíble, porque precisamente me fui de vacaciones porque tenía esperanzas de ir al Preolímpico. Y cuando no entré en los doce finales, me fui y no quise ni ver el Preolímpico. No vi ni un partido, porque además en esa época no podías verlo desde la India. No sabía ni cómo había quedado", aseguró Beirán en una entrevista con Europa Press en el homenaje que les tributó Renfe a los jugadores de la selección de 1984.
El madrileño explicó que en el momento que se unió al combinado español en Madrid, tras el descarte de Jordi Villacampa, quedaban "muy pocos días para que se cerrar el plazo para incorporar jugadores". "Si hubiera llegado unos días más tarde, no hubiera podido ir", afirmó el exjugador, que se mostró "encantado" de poder estar con la selección.
El exdeportista lamentó "el desastre de gira" de preparación para los Juegos que hicieron, aunque les unió "más". "No nos dejaron jugar los partidos que queríamos, tuvimos que estar concentrados en sitios donde no queríamos, no pudimos entrenar", apuntó.
Uno de los problemas que tuvieron, al igual que casi todos los equipos participantes fue que los equipos estadounidenses universitarios o de la NBA "tenían prohibido" jugar partidos amistosos de preparación con otras selecciones que no fueran los anfitriones.
"Estoy seguro de que nos hubiera ayudado jugar contra Estados Unidos, porque su forma de jugar, sobre todo en defensa, era muy diferente, mucho más dura. Les permitían más cosas, era un juego diferente al de Europa, y para eso fuimos a Estados Unidos, para poder jugar un partido de ese tipo", señaló.
Beirán recuerda que estuvieron allí "viéndoles jugar a ellos" y que los estadounidenses "sí jugaron contra equipos de la NBA". "Lo ganaron todo además, y eso lo pudimos ver, pero no pudimos jugar contra ellos, fue una sorpresa", incidió.
Entre esos jugadores a los que pudieron ver desde las gradas estaba un joven Michael Jordan, que sin haber debutado en la NBA ya suscitaba el interés de todo el mundo. "Ahí es donde empezamos a oír hablar en serio de Jordan. Él estaba en la selección y empezaban a hablar de la importancia que tenía", remarcó.
"Luego ya le vimos jugar los partidos amistosos. Es verdad que era el jugador más destacado y más espectacular, pero el resto de jugadores era increíble, cuando jugaban contra los equipos de la NBA ganaban bien, y con los pabellones llenos. A partir de ese momento ya no había tregua, fue el mejor 'rookie', el mejor jugador, y se convirtió en lo que fue", resaltó.
Pese a todo, el licenciado en Psicología no se olvida del "hito" que significó conseguir la medalla de plata en esos Juegos Olímpicos, algo que ha ido "cogiendo más trascendencia a medida que ha ido pasando el tiempo", y destacó que "muchos no habían jugado nunca juntos excepto en la selección", pero que parecía que lo hubieran hecho "siempre juntos".
La familia Beirán no solo cuenta con la plata olímpica de José Manuel, sino que también puede presumir del oro en el Mundial de China que conquistó su hijo Javier. El primogénito, tras retirarse en 5x5 de forma profesional, actualmente compite en baloncesto 3x3, una modalidad que para el medallista en Los Ángeles es "totalmente diferente".
El exjugador destacó que el 3x3 "es divertido de jugar", y le parece "un buen entrenamiento para los jóvenes", al tiempo que apunta que "hay jugadores que pueden ser muy buenos en 5x5 y que no valdrían en el 3x3 y viceversa". "Me gusta mucho para los jóvenes, porque te obliga a pensar muy rápido. Eso me gusta. Me gusta que sea un juego rápido, y tengas que tomar decisiones rápidas, pero al final lo que veo es que es muy distinto, muy duro y un concurso de triples", recalcó.
Además, explicó que era una modalidad que en su momento se hacía "sin tiempo de posesión y sin árbitros", y que "se podían hacer hasta dos bloqueos seguidos". "Ahora no hay tiempo para nada más que recibir y tirar", concluyó.