MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Real Madrid, Pablo Laso, ha confesado que de cara la 'Final Four' de la Euroliga, que se disputa entre este viernes y el domingo, pide "salud" para esta cita por todas las lesiones que han arrastrado durante esta temporada, entre ellas la del base 'Facu' Campazzo, que aún es duda para la semifinal ante un CSKA "muy rápido y con muchas armas".
"A la 'Final Four' llegan cuatro equipos tras completar una temporada muy dura y la motivación va a existir. Pido salud, porque llevamos una temporada en la que hemos sufrido muchas lesiones, entradas y salidas de jugadores. Ojalá esté todo el mundo sano y tengamos la convicción de que es una gran oportunidad para nosotros", declaró Laso a los medios oficiales del club blanco.
En ese sentido, el preparador vitoriano reconoce que llegar a la última ronda en el 'Viejo Continente' "habla muy bien del trabajo a lo largo de una temporada difícil". "Hemos sido capaces de ser muy competitivos. Nunca hemos perdido el foco de querer competir. Luchamos por entrar en el 'playoff', por tener la ventaja de campo hasta el último día y, aunque no lo conseguimos, competimos al límite, lo que habla muy bien del trabajo de los chicos", destacó.
Además, preguntado por el CSKA, el rival en semifinales, Laso tiene claro que es uno de "los mejores equipos de Europa y es muy difícil decir qué aspecto va a ser decisivo para superarlo". "Tiene muchas armas y si quieres ganarles tienes que hacer un partido muy completo. Será un encuentro muy complicado y, probablemente, diferente a los dos que hemos jugado contra ellos esta temporada", indicó.
"Es un equipo muy atlético y rápido, al que tendremos que contrarrestar con otras armas, aunque tengamos jugadores capaces de jugar a ese nivel de velocidad. Debemos ganar como equipo, que es lo importante para sacar la victoria", añadió el preparador madridista.
Laso, que ha disputado cinco 'F4' en siete temporadas con el Real Madrid, señaló que le "gustaría tener la receta mágica" para la victoria, pero avisa que "entran muchos aspectos en juego". "Va a ser fundamental hacer una buena defensa e intentar controlar el ritmo del partido, además de tener esa pizca de suerte o acierto que nos dé confianza en los momentos difíciles", focalizó.
Por último, preguntado por su labor de entrenador, el técnico vitoriano confesó que "el día a día es lo más gratificante". "Ver a los chicos mejorar. Y la plaga de lesiones ha hecho que nos replanteemos casi a diario a quién tenemos para entrenar. Eso nos ha obligado a hacer muchos cambios. Los chicos han estado magníficos y han sido competitivos", sentenció.
