TEL-AVIV, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Tau Cerámica inició ayer con un admirable triunfo ante el Maccabi en Tel Aviv (68-79) la disputa del 'Top 16' de la Euroliga, en un partido en el que demostró otra vez más su candidatura para asistir por tercer año consecutivo a la 'Final Four'.
El Tau partió a Tel-Aviv afligido por la ausencia de su técnico, Velimir Perasovic, ingresado en el hospital tras sufrir una angina de pecho el pasado lunes. La noticia de la enfermedad de su entrenador se unió al varapalo copero, creando un ambiente adverso en la plantilla baskonista para enfrentarse a su 'bestia negra' estos últimos años.
De hecho, de las últimas diez ocasiones en las que se han enfrentado ambos equipos, el Tau sólo había ganado en cuatro. El mal fario israelí sobre el Tau añade dos antecedentes amargos para los españoles, ya que el Maccabi les ha apartado del título europeo en las dos últimas ediciones de la 'Final Four', en la final de Moscú (90-78) y en las pasadas semifinales de Praga (85-70).
Pese a tener la historia en contra, el Baskonia plantó cara al Maccabi en el Nokia Arena, escenario donde el equipo hebreo no perdía desde hacía 15 partidos. Así, el equipo vasco comenzó muy valiente y enérgico el choque, gracias a la figura de Igor Rakocevic (16 puntos al intermedio), y al juego interior de Luis Scola, que puso al inicio en apuros a los locales (28-37).
Sin embargo, el letargo amordazó al Tau a la vuelta de los vestuarios y dio vida al Maccabi. La pareja Elijayu-Vujcic demolió la renta española, y puso a los subcampeones de la Euroliga por delante, prácticamente por primera vez en el encuentro (48-43).
Pero el equipo vitoriano enmendó parte de sus errores, recobró la frescura, de la mano del turco Erdogan, y se puso en ventaja de cara a los últimos diez minutos (54-57). Con la dirección pausada y equilibrada de Prigioni y la 'mano' de Splitter desde la pintura, el Baskonia comenzó a mandar en el partido (64-69).
El valioso triunfo se consumó en los últimos compases (68-77), en los que el conjunto hebreo se topó con sus nervios y con la pequeña crisis en la que está inmerso, que incluso puede 'decapitar' a Neven Spahija al frente del equipo. De esta forma, con la victoria en Tel-Aviv, el Tau no faltó a la dedicatoria con su técnico.
