Battaglin (Bardiani) sorprende al sprint sobre mojado

Enrico Battaglin, en el Giro de Italia
DANIELE BOTTALLO/GIRO DE ITALIA


MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -

El ciclista Enrico Battaglin (Bardiani) se ha impuesto este martes en la cuarta etapa del Giro de Italia, transcurrida entre Policastro Bussentino y Serra San Bruno sobre 246 kilómetros y marcada por la lluvia en el tramo final, donde la subida al puerto de 2ª categoría de la Croce Ferrata, coronado a 7 kilómetros de meta, y su rápido descenso fueron clave para la llegada rápida al sprint de un grupo más reducido que de costumbre, con el italiano siendo más rápido que Felline y Visconti.

Fue Danilo Di Luca quien atacó antes de coronar, llevándose con él a Chalapud (Colombia) y acabando con el intento de Georges (AG2R), y este dúo con Di Luca siempre en cabeza se fueron solos hacia la meta en Serra San Bruno, en un descenso sobre mojado largo, pero no de mucha pendiente en que fueron atrapados a un kilómetro del final.

Con un repecho a falta de 1,8 kilómetros, las dudas aparecieron en los dos cabeza de carrera al mirar hacia atrás y ver al gran grupo comiéndoles terreno. El italiano, veterano, apretó los dientes en un último intento pero los Katusha esprintaron para su líder y 'maglia rosa' Paolini, acabando con sus opciones. En el sprint, limpio, se impuso por sorpresa Battaglin al hacérsele largo al líder y resto de aspirantes.

En la general provisional poco cambios, pero hubo sorpresa para Bradley Wiggins (Sky), quien perdió 17 segundos en meta en un día que por kilometraje, condiciones climáticas y repechos finales se hizo largo para muchos ciclistas. Para el resto no hubo cambios, y es Luca Paolini (Katusha) quien sigue al frente con 17 segundos sobre Urán (Sky) y 26 sobre el español del Movistar Beñat Intxausti.

Una vez se acabó con la fuga a 42 kilómetros de meta hubo una lucha constante por escaparse en solitario y, por otro lado, por hacerse con el control en el gran grupo, avisados por la jornada de ayer en que el vigente campeón, Ryder Hesjedal (Garmin), intentó marcar diferencias. Así, y por la lluvia, todos los equipos con líderes en pugna por la 'maglia rosa' querían estar arriba para evitar sustos, como el de Wiggins, y caídas.

De hecho, Vincenzo Nibali (Astana) tuvo uno de estos sustos al pinchar en el tramo inicial del descenso del Vibo Valentia (3ª categoría), en el paso por una población, pero su compañero Valerio Agnoli le cedió su rueda trasera y le hizo de mecánico a la espera del coche oficial, con un posterior esfuerzo por reengancharse que le costó factura, no así a un Nibali que llegó al pelotón de favoritos con facilidad.

La etapa, como la de este lunes, y por su perfil, propició una gran escapada en que siete corredores probaron fortuna ya desde el kilómetro ocho. Formada y liderada por el veterano Emanuele Sella (Androni), que llegó a ser líder virtual cuando la fuga llegó a tener más de 7 minutos de diferencia, aguantaron hasta pasados los primeros cien kilómetros. Mínguez, de Euskaltel, fue el valiente que más luchó y el último en ser cazado, cuando ya era líder en solitario, a 42 kilómetros para la meta y en el ascenso a Vibo Valentia.

Para este miércoles se espera una llegada masiva a no ser que una fuga bien organizada lo evite. La quinta etapa saldrá de Cosenza y llegará tras 199 kilómetros a Matera, con un perfil totalmente llano con dos únicos repechos de 4ª categoría, Spezzano Albanese (km. 44,8) y Montescaglioso, a 21 kilómetros de meta.