BRUSELAS, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Abogado General de la Unión Europea ha señalado este martes que las normas de la FIFA sobre relaciones contractuales entre jugadores y clubes pueden ser contrarias al Derecho europeo al afectar a la transferencia de futbolistas, esto es a la competencia y libre circulación de personas.
El abogado polaco Maciej Szpunar indica en su dictamen de este martes que el reglamento sobre las transferencias de jugadores, RETJ por sus siglas en inglés, de la FIFA "tiene carácter restrictivo respecto de la libre circulación" ya que tiene disposiciones que pueden desanimar o disuadir a los clubes de contratar a un jugador ante el temor de tener que asumir un riesgo económico.
Igualmente, considera que el reglamento afecta a la competencia entre equipos de fútbol ya que "limita la posibilidad de que los jugadores cambien de club y, de forma correlativa, de que otros clubes contraten a jugadores, cuando el jugador haya resuelto su contrato sin causa justificada".
Las normas de la FIFA sobre fichajes de futbolistas estipulan que el jugador y el club que desea contratarlo son responsables solidarios del pago de cualquier indemnización adeudada a su antiguo club en el marco de la resolución sin justa causa de un contrato. El nuevo equipo y el propio futbolista pueden ser objeto de sanciones deportivas y económicas en caso de incumplimiento.
El Abogado General de la UE considera que las restricciones a la competencia solo pueden quedar justificadas cuando tengan por efecto restringir la competencia entre clubes y en todo caso tiene que demostrarse justificadas para lograr uno o varios objetivos legítimos.
De esta forma se ha pronunciado sobre el caso de un jugador, al que no cita en su sentencia, pero que sería el exmadridista Lass Diarra, que como futbolista del Lokomotiv de Moscú vio resuelto su contrato después de que el equipo ruso alegara un supuesto incumplimiento y la "resolución del contrato sin causa justificada".
El Lokomotiv solicitó ante la FIFA una indemnización, mientras que el futbolista presentó una demanda reclamando el pago de los salarios adeudados. En este sentido, el jugador alegó que la búsqueda de un nuevo club resultó difícil porque, según las normas de fichajes de la FIFA, cualquier nuevo club sería responsable solidario junto a él mismo del pago de cualquier indemnización que debiera abonarse al Lokomotiv de Moscú.
Así las cosas, el futbolista sostuvo que se frustró un posible contrato con el club belga Sporting de Charleroi como consecuencia de las normas aplicadas por la FIFA y, por ello, demandó a la FIFA y la Federación Belga de Fútbol solicitando el pago de seis millones de euros en concepto de daños y perjuicios y de lucro cesante.
