BARCELONA 6 May. (EUROPA PRESS) -
Dos temporadas después de haber logrado un 0-3 histórico en el estadio Santiago Bernabéu, la noche que el público del Real Madrid reconoció con aplausos la gran actuación de Ronaldinho de Assis, el FC Barcelona vuelve mañana al coliseo madridista en otra jornada para el recuerdo, en la que, sin el brasileño ni otras de sus principales figuras, por diversos motivos, deberá reconocer con el tradicional pasillo de honor al campeón de Liga.
Poco queda de aquel Barça que enamoraba con su fútbol y que logró una Liga de Campeones y dos Ligas consecutivas, aunque muchos nombres sigan siendo los mismos, pero hace tiempo que no convence con su juego y que se había despedido de luchar por la Liga, y su adiós en las semifinales de la Liga de Campeones la semana pasada ha precipitado el final del proyecto que lideraba Frank Rijkaard en el banquillo y Ronaldinho en el campo.
El Barça de Rijkaard ha sumado dos años sin títulos y agota sus últimas semanas en la Liga peleando por ser segundo, mientras la directiva de Joan Laporta, castigado por la afición con una sonora pitada el pasado domingo, ha empezado a moverse para renovar la plantilla, empezando por el banquillo, donde, a falta de confirmación oficial, Pep Guardiola es el elegido para sustituir a Rijkaard, y siguiendo por un buen número de jugadores.
Entre ellos, Ronaldinho, que sigue de baja por una lesión muscular y tiene difícil volver a jugar esta temporada. Como mucho, podría tener minutos en el partido de la última jornada en Murcia. El brasileño personifica el final de un ciclo en el Barcelona, pues ha pasado de ser reconocido como el mejor futbolista del mundo, e incluso de levantar de sus asientos al público del Bernabéu, a ser considerado el principal problema del vestuario del Barça.
Para siempre, quedará el recuerdo de aquel 19 de noviembre de 2005, cuando el Barcelona venció por 0-3 en el Bernabéu con un primer gol de Samuel Eto'o y otros dos de Ronaldinho, que hizo historia al arrancar los aplausos de los aficionados del Real Madrid, algo que no se recordaba desde los tiempos de otra figura mítica, Diego Armando Maradona, autor de uno de sus goles geniales en una final de la ya desaparecida Copa de la Liga en 1983.
Sin embargo, de aquel Ronaldinho que dejaba atrás a sus rivales en el campo y que contagiaba su alegría allá donde iba, también queda bien poco. El brasileño vive ahora sus peores momentos en el Barça, la directiva le busca un destino en otro club y, entre problemas físicos y acusaciones de indisciplina, hace tiempo que dejó de ser la referencia futbolística del equipo, donde su lugar ya ha sido ocupado por su amigo Leo Messi.
El joven delantero argentino, que representa la esperanza para el futuro del Barça, no faltará a la cita del Bernabéu. Por el contrario, además de Ronaldinho, no estarán otros dos pilares de los últimos éxitos del equipo culé, el delantero Samuel Eto'o y el centrocampista Anderson Luis de Souza, Deco, también situados en el punto de mira de la crítica y los aficionados, que fueron amonestados el domingo y deben cumplir partido de sanción.
Deco y Eto'o vieron sendas tarjetas amarillas en el partido ante el Valencia (6-0) y cumplieron ciclo de cinco amonestaciones, lo que generó sospechas de si buscaron la tarjeta para no tener que hacer el pasillo de honor a los jugadores del Madrid en el Bernabéu, sobre todo cuando ambos aseguraron después que desconocían que estaban apercibidos y Rijkaard lo negó afirmando que ambos sabían que estaban a una tarjeta de la suspensión.
Sin Ronaldinho, Eto'o ni Deco, las tres principales figuras del equipo campeón de hace dos años, el Barça se presenta en la jornada de fiesta de su eterno rival con un equipo bien diferente al que hace dos años y medio logró el 0-3. De los que jugaron aquel día, repetirán Valdés, Puyol, Xavi, Márquez y Messi, pues Gio ya se fue del Barça y no se espera que esta vez jueguen Oleguer ni Edmílson, aunque ambos forman parte de la convocatoria.
El Madrid, por su parte, aún tiene menos que ver con el de entonces, cuando aún tenía en sus filas a Zidane, Ronaldo, Beckham, Roberto Carlos o Helguera, y era dirigido desde el banquillo por el brasileño Wanderlei Luxemburgo. El equipo blanco, ahora con Bernd Schuster al frente, ha sumado su segunda Liga consecutiva, tras la que obtuvo con Fabio Capello el curso pasado, y lo festejará ante su afición con un Barça decadente como invitado.