BARCELONA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El RCD Espanyol sufrió anoche su primer revés de la temporada al ser eliminado en los octavos de final de la Copa del Rey después de caer en la tanda de penaltis ante el Athletic Club de Bilbao, un golpe que ha provocado amargura por la todavía reciente decepción de perder por penaltis la final de la última Copa de la UEFA y a su vez indignación contra el árbitro Rodríguez Santiago.
La afición del Olímpico de Montjuïc revivió anoche la decepción de la final de la Copa de la UEFA disputada en Glasgow el pasado 17 de mayo, en la que el Espanyol fue derrotado por el Sevilla en los penaltis y se despidió del título sin haber perdido un partido en el torneo. Era la segunda final europea de la historia del Espanyol, que también perdió por penaltis la primera en 1988, ante el Bayer Leverkusen alemán.
Ahora, el equipo que dirige Ernesto Valverde, que era jugador del equipo del 88, se ha convertido en una de las revelaciones de la Liga, asentado en los puestos que llevan a Europa y con el reto de ir a la Liga de Campeones, y afrontaba la Copa con la ilusión de repetir una trayectoria como que llevó en la pasada Copa de la UEFA. El sueño era ganar la tercera Copa en ocho años, tras los éxitos de 2000 y 2006.
Los blanquiazules, que la pasada campaña fueron eliminados a las primeras de cambio en la Copa por el Rayo Vallecano, habían apeado en la actual campaña al Deportivo de La Coruña (1-1 en Montjuïc y 1-2 en Riazor) y encaraban en Barcelona el partido de vuelta ante el Athletic con cierta ventaja por el 1-1 obtenido en San Mamés. Además, empezaron marcando, con un gol de Luis García, que después fue expulsado.
Y ahí se desató la indignación de los 'pericos'. Luis García fue expulsado por roja directa a la media hora de juego por una supuesta agresión a Tiko. En seis minutos, además, también vieron una tarjeta amarilla Clemente Rodríguez, Moisés Hurtado y Jonathan Soriano. A ocho del final, Iraola logró la igualada y forzó una prórroga en la que el Espanyol fue superior, aunque no pudo evitar jugársela en los penaltis.
Y volvió a caer, como en Glasgow, y con el añadido de que el defensa Marc Torrejón fue otra vez quien falló el penalti decisivo. La amargura se apoderó de la grada de Montjuïc, a la vez que la indignación por el arbitraje. Al final, el Espanyol se despedía de la Copa del Rey la misma semana en que encajó en Almería (1-0) la derrota que acabó con su sensacional racha de 17 partidos consecutivos sin perder.
La noche, además, dejaba un lesionado, Pablo Zabaleta, que tuvo que ser sustituido en el minuto 21 tras recibir un fuerte golpe que le provocó una contusión en la cresta ilíaca izquierda y que está pendiente de saber si estará disponible para el partido de Liga del próximo domingo contra el Valladolid. Pero, sobre todo, el partido dejaba una sensación de rabia e impotencia entre los blanquiazules.
Tras el partido, Valverde prefirió no polemizar sobre el arbitraje, aunque considera que la expulsión de García "condicionó" el partido, y el propio Luis García negó haber agredido a Tiko y desveló que incluso el jugador del Athletic le reconoció tras el partido "que el árbitro se había equivocado porque no era ni tarjeta amarilla". "Pero es difícil decidir en una jugada tan rápida", añadió el jugador asturiano.
En cambio, el presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, cargó contra Rodríguez Santiago, al que llamó "incompetente", y apuntó que debería "retirarse". "Ya sabemos quién es, el que nos pitó el gol con la mano de Messi en el Camp Nou. Siempre nos mete el dedo en el ojo y si no hubiera sido por la incompetencia de ese buen señor no habría habido ni prórroga ni penaltis. Si la gente no sabe debería retirarse", dijo.
