SEVILLA 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Sevilla, José María Del Nido, ha asegurado que "es bueno" que los aficionados "no pierdan el sentimiento de que el club les pertenece, al menos simbólicamente", ya que es ahí donde radica la fuerza de la entidad para buscar éxitos deportivos.
De hecho, el máximo dirigente sevillista considera que la presión de la hinchada es lo que les fuerza a mantener el nivel en la gestión de la entidad, tanto en lo deportivo y lo económico.
"El cargo de presidente obliga a tener cierta lejanía. Es bueno que el aficionado no pierda el sentimiento de amor a unos colores, que forma parte de él. Eso es lo que le da vida a clubes medianos como el Sevilla, y hace que se sienta esa presión de que estás gestionando intereses ajenos y no los propios", comentó.
No en vano, Del Nido indicó, en declaraciones a los medios del club, que la "autopresión" que se impusieron en su momento los rectores del club fue la clave para el cambio de rol del Sevilla, que ha logrado más títulos durante su mandato que en el resto de su historia.
"Mi padre, que está entre los diez primeros socios del Sevilla, y yo, con 53 años, estábamos acostumbrados a la derrota, a ganar trofeos de verano. Sólo desde la autopresión que nos fijamos los dirigentes y extrapolamos a las distintas áreas del club seríamos capaces de conseguir éxitos deportivos. Unos pocos, sólo el doble que el Real Madrid", ironizó.
Paralelamente, el presidente sevillista afirmó que, pese a que los rectores del club reflexionen sobre los errores propios, su intención corregirlos siempre al final del curso.
"Nosotros hacemos autocrítica a diario, pero hay quien no quiere entender que las críticas exacerbadas cuando queda temporada perjudica a la entidad, nos metería en una dinámica perdedora", indicó.
Finalmente, Del Nido aclaró que siempre ha respetado la parcela de todos los "excelentes entrenadores" con los que ha contado a lo largo de su mandato, ya que ellos tienen su "hábitat" en el vestuario, por lo cual él se ve "incapaz" de contradecir las órdenes de un técnico.