Fútbol/Primera.- El proyecto de Ramón Calderón da sus primeros e inesperados frutos

MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

La conquista del título de Liga esta noche supone el primer fruto para el cesto de Ramón Calderón desde su llegada a la presidencia del Real Madrid el pasado verano, en las que fueron las elecciones más controvertidas de la historia del club.

El abogado, que ganó los comicios primero en las urnas y meses después en los tribunales tras la impugnación del voto por correo, no ha tenido un camino fácil en su andadura, contando con una férrea oposición del resto de candidatos que incluso han recogido firmas para forzar su salida.

Convencido de su continuidad y seguro de que no iba a convocar elecciones antes del plazo correcto, Calderón ha capeado, en ocasiones con menos maestría de la deseada, todos los temporales con los que se ha encontrado de la temporada. Su inicial verborrea generó innumerables polémicas, aunque su seguridad de visitar La Cibeles se ha visto recompensada, en la que ha sido una de las pocas promesas electorales que ha podido cumplir.

No llegó Kaká, algo que se le ha recordado hasta el hartazgo, tampoco Robben ni Cesc..., aunque sí Capello, un Capello algo desconocido que se ha pasado a la defensiva la práctica totalidad de la temporada.

La falta de defensa a la plantilla en momentos duros, sus críticas a la sempiterna promesa Guti o la referencia a Beckham de irse a Estados Unidos para ser 'medio actor' han sido sólo algunas de las cosas que se le han echado en cara, desde dentro, pero tampoco se ha salvado desde fuera.

Conseguir la presidencia sin el voto por correo le granjeó numerosas acusaciones de falta de 'legitimidad', aunque finalmente se decidió por crear una Comisión para cambiar los estatutos de cara a fututos comicios.

El zozobre del proyecto deportivo, lo único que en el fondo interesa al aficionado, fue, sin duda, su principal enemigo. El mal juego de las apuestas de su técnico (sobre todo el dúo Emerson-Diarra y Cannavaro), al que prometió dejar hacer fueron haciendo mella en su credibilidad.

Mijatovic no se salvó de la quema y para muchos el italiano y el montenegrino sólo mantenían su cargo para evitar que la próxima cabeza pedida fuera la del propio máximo mandatario. El 'Getafazo' fue el primer varapalo, tras el cual incluso Raúl llegó poner la suya a disposición.

El equipo reaccionó, pero los altibajos y el juego paupérrimo en el Bernabéu hacían crecer las iras de la afición, resignada a un nuevo año en blanco, más aún tras la eliminación ante el Bayern previa a la visita al Camp Nou, donde parecía que los blancos recibirían la puntilla.

Los de Capello afrontaban el clásico cuartos, a seis puntos del Sevilla y a cinco del Barça, pero el empate a tres y las buenas sensaciones ofrecidas sirvieron como el mejor revulsivo para el equipo blanco que, desde entonces sólo ha fallado en el polémico duelo en El Sardinero.

El 'Juntos Podemos' ha fructificado y el equipo sufrió una trasformación radical convirtiéndose en prácticamente infalible y, sobre todo, convencido de sus posibilidades. Además, la comunión con el público ha sido el respaldo definitivo, sobre todo tras el partido ante el Espanyol, victoria conseguida en la víspera del empate del FC Barcelona que le dio el liderato que ya no ha dejado escapar.

De hecho, desde la visita al Camp Nou, la derrota en El Sardinero, no exenta de polémica, y el empate con sabor a título en La Romareda, ha sido los únicos tropiezos. Incluso el 2-2 ante el Real Zaragoza terminó en negro para el mandatario, que fue de nuevo el blanco de las críticas por saltar al césped, fueran cuales fueran sus intenciones.

Hoy, finalmente, pudo celebrar, festejar y desatar su euforia, aunque apenas tendrá tiempo de relajarse, ya que la decisión de la continuidad o no de Capello será su nueva asignatura para la próxima semana, ya que la preparación del nuevo proyecto depende de la continuidad o no del italiano.