MADRID 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Real Zaragoza, Manolo Jiménez, recalcó este viernes que son "conscientes" de que mañana en Palma de Mallorca se juegan "la vida" porque "la losa", en referencia a la mala racha en este 2013, donde todavía no han logrado tres puntos.
"Somos conscientes de que nos jugamos la vida. Es más que clave, también eran muy importante el del Celta y el Deportivo, pero se está haciendo la losa más grande, ha agrandado su peso y se quita con la primera victoria", aseguró Jiménez en rueda de prensa, donde destacó que en caso de perder "las posibilidades empequeñecen" y en el caso de ganar no tienen "nada garantizado".
El andaluz recordó que el proyecto para esta temporada es "arriesgado, ambicioso, que está en continua evolución". "Por falta de liquidez, está compuesto de jugadores jóvenes y de Segunda, pensábamos que era un riesgo, pero no en lo que ha sucedido en esta segunda vuelta", indicó.
El preparador zaragocista, que advirtió que no alardearon cuando estaban en una posición "cómoda", apuntó que esta temporada tienen "un punto menos" que el año pasado, pero que están a "dos de la salvación" y no a siete como en 2011-2012.
"El problema es la losa, la dinámica y la juventud de la plantilla. Trabajamos para crecer en lo que sabemos que tenemos que crecer y hacernos fuertes en lo que tenemos que hacernos fuertes. Tenemos que tirar todos a una, porque aquí no existen individualidades como en otros equipos. Tenemos que transmitir ilusión y ganas y quizás así la losa se haga más liviana", prosiguió.
Jiménez alabó el vestuario maño. "Nunca he tenido un grupo tan homogéneo y humano, es una de nuestras mejores bazas para revertir esta situación, es el mejor vestuario que se puede tener", indicó, al tiempo que demandó centrarse en lo deportivo porque hablar de otras cosas "es darle ventaja a los rivales". "No hay pensamientos individuales, hay unidad", aseveró, subrayando que está "con fuerza, ganas e ilusión".
"Estoy al servicio del Zaragoza, supermotivado en que podemos y debemos revertir esta situación", añadió. "No considero que el Zaragoza sea el peor equipo de Primera. Hay seis equipos que van a pelear hasta el final. Los obstáculos me han hecho aprender, el éxito reflexionar y el fracaso nos tiene que hacer crecer", subrayó.
Por ello, pidió "pensar en el Mallorca, que está movilizando a su gente". En este sentido, el extécnico del Sevilla aseguró que el conjunto bermelllón tiene "experiencia y muy buenas individualidades" y que es "muy fuerte y muy duro en el juego aéreo".
ELOGIOS A LA AFICIÓN Y APOYO A ROBERTO.
El de Arahal elogió igualmente a la afición. "Lo que más revela que el Zaragoza es de Primera es su afición, los demás estamentos no estamos dando la nota. Es soberana y va a tener mi respeto decida lo que decida. Lo único que le pido es que si se enfada, que sea conmigo, que no carguen más presión sobre un equipo joven", solicitó.
Jiménez aludió a "problemas arbitrales, lesiones y jugadores importantes que no han estado a su nivel" como claves para verse abajo, pero dejó claro que están ahí por ellos mismos. "La presión nos la hemos puesto nosotros. Teníamos 22 puntos en la primera vuelta y entonces ni éramos tan buenos ni podemos ser ahora tan malos. Debemos tener regularidad, coherencia y demostrarlo en el campo, si el equipo compite como entrena nos vamos a salvar", aseveró.
El técnico del Zaragoza puntualizó que el aspecto psicológico "se trabaja con confianza, no con exceso de presión". "Hay muchas cosas que llegan al grupo e intento que no lleguen. Necesitamos ayudas externas, motivaciones internas, videos", señaló.
Jiménez, que ve "muy importante" poder contar con el rumano Sapunaru, al que Apelación retiró la amarilla mostrada en Balaídos, mostró su apoyo al portero Roberto. "Es un grandísimo portero, uno de los héroes del año pasado y se merece todos los respetos. Apoyo tremendamente a Leo Franco, pero Roberto es muy importante y faltando los partidos que faltan no le voy a quitar a no ser que su compromiso y su rendimiento no sean acorde con lo que se pide de él", zanjó.
Más preocupación le da la defensa, "un problema global". "Somos muy frágiles en una línea que insistí en reforzar. Tenemos que crecer muchísimo en cosas que no puedo denunciar, pero que trabajamos a diario", avisó.