BARCELONA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid venció al FC Barcelona (0-1) en su visita al Camp Nou gracias a un gol de Julio Baptista en la primera mitad, en un encuentro de la decimoséptima jornada del campeonato nacional de Liga, en la que el equipo de Bernd Schuster construyó su victoria en torno a dos grandes jugadores además del brasileño, Pepe, inconmensurable, y el siempre héroe Iker Casillas.
El conjunto blanco agudizó la crisis del Barcelona, al que distancia en siete puntos, y derrumbó la figura de Ronaldinho, totalmente intrascendente para los suyos durante todo el encuentro. El Real Madrid hizo lo justo, pero suficiente como para ganar a un Barça que no da motivos para pensar en algo optimista.
No obstante, el equipo merengue evidenció no tener recursos para crear fútbol en el centro del campo. La imaginación, la verticalidad y una lectura inteligente del último pase no existió porque Schuster decidió dejar una vez más a Guti en el banco. Diarra editó la incapacidad de saber hacerlo fácil y sus pérdidas de balón fueron el mejor aliado culé al comienzo del encuentro.
El centrocampista malí no fue capaz de asociarse con Baptista o Sneijder, muy lejos del africano, que transmitió nerviosismo a su equipo cuando recibía el esférico cerca de su área. Sin embargo, la calma que el Real Madrid tuvo en la primera mitad se debió al buen encuentro que cuajaron sus dos centrales.
El portugués Pepe estuvo sensacional en las anticipaciones y Cannavaro anuló bien a Eto'o. Además, la presencia de Gabriel Heinze fue un activo importante para los de la capital, que se mostraron seguros atrás y letales arriba (sobre todo esto último), que les ha permitido llegar al Camp Nou como líderes.
Y es que el conjunto madridista llegó tres ocasiones contadas en la primera parte y sumó un gol. Primero Pepe, de cabeza, ante un Puyol fuera de sitio, aunque Valdés detuvo sin problemas y segundo Sergio Ramos, también con la testa, puso en peligro la meta culé.
Precisamente, el lateral sevillano no supo hacer valer su condición física para sorprender por banda tras la ausencia de Ronaldinho en labores defensivas y fue por su carril donde el brasileño colgó, aún más si cabe, una nueva medalla a Iker Casillas, que salvó en el aire el primer gol blaugrana (min.34).
Sin embargo, tras perdonar el 'Gaúcho', y Eto'o instantes antes a pase de Iniesta, el Real Madrid sacó la pistola de forma inesperada. Sin apenas tener posesión de balón, Baptista trianguló a la perfección con Van Nistelrooy, que le dejó un balón franco al borde del área. La 'Bestia' la puso con precisión en la escuadra izquierda de la meta de Valdés.
EL REAL MADRID ACABA DOMINANDO
El conjunto merengue cambió de cara en la segunda mitad en la que Pepe confirmó su matrícula de honor en su debut en un 'clásico', y en la que el Barça esgrimió escasos motivos para arrancar un botín en su propio feudo. Y es que Ronaldinho firmó su sentencia, y sólo el albaceteño Iniesta fue capaz de crear peligro para los catalanes.
El Real Madrid se despojó del miedo y desnudó a los discípulos de Rijkaard, que con sus salidas hacia arriba, permitieron a los blancos plantarse ante Valdés gracias a Robinho, Sergio Ramos y Van Nistelrooy, que perdonó solo en el costado izquierdo cuando Baptista llegaba de cara en la frontal (min.55).
Así, el encuentro fue a rachas, aunque con dominio merengue durante la mayor parte del tiempo. Las embestidas de Ronaldinho no existieron, y Bojan, al final, trató de poner en apuros a Casillas, que detuvo desde el suelo el disparo del canterano.
Al final, un perfecta jugada entre Van Nistelrooy y Raúl pudo cerrar el choque, pero la emoción es parte intrínseca de estos encuentros y todo quedó a expensas del minuto final en el que el Barcelona no supo ni pudo poner cura a la brecha que en la primera mitad produjo Baptista.
