VALENCIA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Valencia, Agustín Morera, cumplirá mañana 50 días al frente de la entidad y en ese tiempo ya ha tenido tiempo de ganar un título, la Copa del Rey, y de remodelar toda el área deportiva de la entidad con la destitución del entrenador Ronald Koeman y del director deportivo, Miguel Ángel Ruiz, y los nombramientos de Voro González como preparador y Juan Sánchez como secretario técnico.
Morera llegó a la presidencia el pasado 12 de marzo después de la dimisión de Juan Soler, máximo accionista de la entidad. Sin embargo, desde antes de Navidad ya ejercía las funciones de presidente debido a los problemas de salud de Soler que lo tuvieron apartado del día a día del club. Por aquel entonces era el vicepresidente del área social del Valencia y la persona que representaba al club en los actos institucionales y partidos.
Los primeros 50 días de mandato le han servido para saborear las mieles del triunfo con la Copa del Rey, que ganó el Valencia en la final contra el Getafe en el estadio Vicente Calderón. Sin duda, ése ha sido el día de mayor alegría para una persona con una larga vinculación con el club y con sus consejos de administración.
La victoria en el torneo del KO ha sido un oasis dentro de la trayectoria descendente del equipo en la Liga, sobre todo, en la segunda vuelta. Cuando Morera accedió a la presidencia, el equipo era noveno en la clasificación con 36 puntos, a seis de los puestos de la UEFA, y a 13 puntos de los lugares de descenso.
El equipo, con Koeman en el banquillo, sólo sumó tres puntos más en seis jornadas y se colocó a dos puntos del descenso, lo que obligó a Morera y a su consejo de administración a destituir al técnico holandés y a sus ayudantes, José Mari Bakero y Toni Bruins Slot. Además, el presidente también tomó la determinación de prescindir de los servicios del director deportivo Miguel Ángel Ruiz y de su ayudante, Antonio Fernández.
Una de las primeras decisiones deportivas fue la de nombrar a Voro González como nuevo entrenador de la plantilla y a Juan Sánchez como secretario técnico de la entidad. Morera optó por contar con hombres de la casa en lugar de buscar soluciones fuera para los últimos cinco partidos que restaban para el final de campaña.
LA ESPINA CLAVADA POR EL 'CASO ALBELDA'
Morera, por el momento, tiene la espina clavada del 'caso Albelda' porque por ahora no ha podido llegar a una solución satisfactoria para las dos partes. El centrocampista denunció al club, lo que generó un ambiente enrarecido tanto en el vestuario como en el entorno de la entidad. Una de las primeras manifestaciones de Morera fue la de "apaciguar los ánimos y dar tranquilidad", entre las que se incluía buscar una salida a la situación del jugador.
Sin embargo, el presidente no ha encontrado el resorte para dar con la solución y al poco de ocupar el sillón presidencial tuvo que nombrar al director general de marketing Jesús Wolstein como consejero delegado, por lo que ha perdido capacidad ejecutiva en la toma de decisiones.
