SEVILLA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Sevilla se impuso al FC Barcelona por 2-1, tras remontar el tanto inicial de Ronaldinho, merced a una gran segunda parte y a la actuación crucial del lateral brasileño Daniel Alves, autor de un gol y del pase del otro, para alcanzar el liderato de la Primera División.
Con 0-1 en el marcador, el conjunto blaugrana pudo resolver el partido, cuando en el minuto 28, un error de la defensa sevillista fue muy bien aprovechado por Ronaldinho que robó la cartera a Aitor Ocio, y provocó la consecuente expulsión y penalti. Sin embargo el consiguiente error de 'Dinho', que lanzó al centro de la portería y el balón fue desviado por Palop, subió la moral de los locales que de ahí en adelante se comieron a los 'culés'.
Un Barça muy bien puesto en el campo, con nuevo esquema, tres centrales y dos extremos, tapaba todas las vías del conjunto andaluz en los primeros compases. Los de Juande solo podían jugar un fútbol lento, con pases cortos y sin ninguna profundidad, por lo que el líder de la Liga robaba con mucha facilidad y es que Xabi e Iniesta se convertían en los dueños absolutos del centro del campo, ganando la partida a Poulsen y Renato.
Cuando el Sevilla todavía intentaba situarse en el partido el Barça, con una marcha más, abría el marcador. Un balón largo de Oleguer fue aprovechado a la perfección por el italiano Zambrotta, que apurando hasta línea de fondo, sacó un centro magistral para que Ronaldinho, sólo en el área, batiese de cabeza a Palop.
DE SENTENCIAR EL PARTIDO AL EMPATE
El partido pudo quedar sentenciado entonces unos minutos más tarde. Una mala cesión de Dragutinovic a Ocio fue aprovechada por Ronaldinho para ganarle la posición e irse hacia el área donde fue derribado por el central vitoriano. Penalti, expulsión y oportunidad de oro de encarrilar el encuentro. Sin embargo, el delantero brasileño marró la pena máxima, detenida por Palop, tras lanzar el balón al medio de la portería.
El error le dio vida al Sevilla que tras estar en la cuerda floja volvió a ver la luz y empezó a mostrar sus credenciales a base de casta y coraje. Al Barça empezaba a quemarle el balón, que perdía con facilidad, mientras que los andaluces daban rapidez a su juego, volcado siempre en la banda derecha, ese puñal que forman el dúo Alves y Jesús Navas.
ALVES EN PLAN ESTELAR
El brasileño le complicaba la vida y mucho a Gio, incapaz de parar la velocidad del lateral, que a punto estuvo de marcar en una ocasión y que tras tirar un caño y luego un regate puso un centro al que no llegó por milímetros Kerzkhakov. Precisamente el ruso y a pase de quien sino, del brasileño, fue el autor del tanto del empate, tras una jugada por la derecha en la que la puso al punto de penalti, donde Kerzkhakov se revolvió ante Márquez y la puso junto al poste derecho de Valdés.
El empate con uno menos parecía confirmar a los nervionenses, que firmaban llegar al descanso con ese marcador. La segunda parte por contra no tuvo color y es que los blaugranas salieron excesivamente relajados y no dieron sensación de jugar con un futbolista más.
Juande mantuvo su valentía con un solo jugador en el pivote y le dio sus frutos. Aunque el Barça pudo volver a sentenciar con varias ocasiones, fue la estrella del partido, el que tras un libre directo, que toca en la barrera y Valdés falla, culminaba la remontada.
De ahí en adelante los nervionenses se comieron a los de Rijkaard, con un juego rápido, de gran calidad, por las bandas, con toque en el centro y demostrando, que no solo cuentan con el recurso de los balones largos a Kanouté, y que son uno de los equipos que mejor fútbol practica.
El final del partido se convirtió en un auténtico correcalles, y el Sevilla pudo conseguir una auténtica goleada con ocasiones clarísimas del pichichi Kanouté y de Dani Alves entre otros.