La española Desireé Rovira, luchadora de muay thai - EUROPA PRESS
CÁDIZ, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
La gaditana Desireé Rovira, luchadora de Muay Thai, reconoce que le supuso "todo un sueño y un privilegio" el haber podido competir en el Rajadamnern, el estadio más antiguo de Tailandia y que estaba vetado par las mujeres.
La andaluza logró este hito el pasado 12 de agosto al ser "una de las ocho mujeres elegidas" para combatir en este simbólico templo del país originario del Muay Thai, un deporte de contacto extremo y conocido como "boxeo tailandés".
Ella y otras siete mujeres más pudieron romper "un veto histórico" por el cual "la participación de mujeres estaba prohibida en ese estadio". "He cumplido todo un sueño, en forma de privilegio", recalcó en declaraciones a Europa Press.
Respecto al ambiente del Rajadamnern, destacó que "es mágico", ya que "es donde ha nacido el Muay Thai y han competido los mejores". "Cuando fui por primera vez no me permitían estar muy cerca del ring e incluso ni tocarlo, que dos semanas después te digan que vas a competir allí es un 'shock'", confesó.
Para Rovira, lo "importante" de este torneo no es "el hecho de participar o ganar", lo que más le ha marcado ha sido "ser parte de que la cultura tailandesa esté evolucionado" y poder ser una de las pioneras en esta apertura de la mentalidad.
La luchadora española perdió ante la tailandesa Somratsamee, pero eso no le quita su felicidad. "La guinda de todo esto hubiera sido obtener la victoria, pero no pudo ser y en todas puedes perder o ganar y es parte del deporte", subrayó.
"Tras visualizar la competición, ver los errores y también los aciertos toca seguir trabajando para mejorar", añadió la gaditana, que considera que fue una competición "con la que la gente disfrutó" y ha mantenido la posibilidad de poder volver a enfrentarse con su rival.
De momento, en unas semanas, Rovira tendrá un nuevo enfrentamiento contra "la campeona mundial senior de Kick Boxing de Wako K1, la turca Zehra Dogan, "una chica muy fuerte". "Es todo un reto que aceptamos y estamos trabajando para llegar en las mejores condiciones físicas para dejar el pabellón español y gaditano lo más alto posible en este torneo", deseó.
Por otro lado, sobre sus inicios, la luchadora de 35 años recordó que se inició en el deporte "de forma casual" a los 27. Previo a su andadura, nunca le había llamado la atención "ni los deportes de contacto, ni las artes marciales".
Así, ha confesado que "pasaba por una época negativa" y, a partir de "observar las clases que se impartían en el club Chok Muay Cádiz", propiedad de Carlos Coello, luchador profesional, campeón del norte de Tailandia y su actual compañero en '7 Muay Thai Gym', decidió acudir. A partir de entonces, "todo es historia".
La gaditana destacó que fue "compaginando los entrenamientos con dos trabajos al mismo tiempo" y que como ya había asumido que "tenía que invertir más tiempo a los entrenos" y el Chock Muay Cádiz, "dirigido a día de hoy por el gaditano Ramón Rivera", tenía varios centros "donde se impartían las clases", así que cambió de centro "para tener un horario mejor y poder compaginarlo con el trabajo".
Una vez que se encontraba más "asentada" en el deporte, Rovira decidió entonces partir hacia Tailandia "durante un mes" y a finales del año 2015 le propusieron "competir en Madrid de forma amateur", lo que supuso "un punto de inflexión" en su vida.
"Quería quedarme en Tailandia y competir profesionalmente hasta que buenamente pudiera. Con el poco dinero que tenía, dejé mi trabajo de traductora intérprete, familia y amigos y me marché a Tailandia temporalmente para competir profesionalmente", sentenció.