OBIHIRO (JAPÓN), 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El finlandés Mirkko Hirvonen (Ford) resistió el asedio del español Dani Sordo (Citröen) en la última jornada y se alzó con el triunfo en el Rally de Japón, que se ha disputado a lo largo del fin de semana, donde los dos candidatos al triunfo en el Mundial Marcus Gronhölm (Subaru) y Sebastien Loeb (Citroën), se vieron obligados a la retirada.
Con ambos fuera de combate, la pelea de la última jornada se centró entre Hirvonen y Sordo, pues el resto de pilotos ya estaba demasiado lejos como para pensar en el triunfo. Sordo, que comenzó la jornada a poco más de medio minuto del nórdico, inició la jornada definitiva con un ligero traspié al perder casi tres segundos más en la primera cronometrada. Pero, después presionó a Hirvonen con su triunfo en el segundo 'scratch' en el que éste perdió tan sólo 2.7 segundos.
El jarro de agua fría llegó en la tercera especial en la que Hirvonen estiró las diferencias en la general con 11.5 segundos de ventaja en el parcial. Precisamente, esta cronometrada, al igual que las dos siguientes, tuvieron a Sebastien Loeb como protagonista. El galo, ya retirado y sin opciones, se impuso en las tres mangas para sacarse la espina de su anterior del día anterior.
En el penúltimo 'scratch' Sordo ofreció un rayo de esperanza al conseguir la victoria y recortar seis segundos a Hirvonen, pero al finlandés no le tembló el pulso y se dejó llevar hasta la línea de meta para obtener el triunfo en la general.
De este modo, al finlandés le bastó con administrar sus rentas para finalizar con 37.4 segundos de ventaja sobre el cántabro. El tercer escalón del podio en tierras niponas fue para el noruego Henning Solberg (Ford), que concluyó a 4:33.7 del vencedor.
Con este segundo puesto, Sordo logra una cuantiosa cantidad de puntos para su equipo, Citröen, que en esta prueba del Mundial, no podrá contar con la ayuda de Sebastien Löeb en la clasificación de constructores, tras su abandono de ayer. Idéntica suerte que Loëb corrió también el otro español en liza, Xevi Pons, que también se vio obligado a la retirada.
