WHITE PLAINS (ESTADOS UNIDOS), 6 Oct. (EP/AP) -
La velocista estadounidense Marion Jones, reina de los Juegos Olímpicos de 2000, se declaró culpable de haber mentido a las autoridades cuando testificó que nunca había usado esteroides y posteriormente anunció su retirada definitiva del atletismo.
Durante varios años, Jones negó haberse dopado, pese a que su nombre siempre estuvo involucrado en el escándalo de dopaje de los laboratorios BALCO, y ahora reconoce que todo fue una mentira.
En la vista oral, Jones admitió que su ex entrenador Trevor Graham le aseguró que estaba usando aceite de semilla de lino cuando en realidad se trataba de esteroides. "En noviembre de 2003 me di cuenta que él me estaba dando drogas para mejorar el rendimiento", declaró ante el juez. La velocista, que salió en libertad, deberá comparecer ante la corte el próximo 11 de enero para escuchar su sentencia.
Jones fue la estrella de los Juegos de Sydney, en los que ganó tres medallas de oro y dos de bronce, además de enamorar al público con su enorme sonrisa y carisma. Siete años después, la atleta está en bancarrota, su reputación arruinada y además será desposeída de los cinco metales de Sydney.
