Natalia Vía-Dufresne y el Team SCA: "Es una aventura que no quiero dejar pasar"

RICK TOMLINSON

MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -

La española Natalia Vía-Dufresne se siente "optimista" de cara a poder ser una de las diez tripulantes del Team SCA sueco, equipo completamente femenino que participará en la edición 2014-2015 de la Volvo Ocean Race, la Vuelta al Mundo con escalas, un proyecto que ve como "una aventura" que no quiere "dejar pasar".

"Esto es un reto, una oportunidad y una aventura que no quiero dejar pasar. Por eso estoy dando lo máximo de mí para poder estar dentro del equipo", aseguró Vía-Dufresne, doble medallista olímpica, en declaraciones a Europa Press en Lanzarote, donde está por tercera vez con el equipo.

Un proyecto que conoció porque sabía que "se hablaba de él". "Miré en un 'link' y vi que estaban buscando candidatas y mandé el currículo vital. No me dijeron nada hasta después de Navidad, en febrero, cuando me mandaron un formulario más detallado que tenía que rellenar y luego me llamaron en marzo diciéndome que estaban haciendo pruebas y me dijeron de venir", apuntó.

Ahora, "es la tercera vez" que está probando, lo que hará hasta el 31 de mayo junto con la francesa Jeanne Gregoire y la estadounidense Sara Hastreiter. "Sí, me hace ser optimista, al menos me vuelven a llamar y eso no es malo, que me vuelvan a probar es bueno", confesó. "Lo que pasa es que no puedo seguir mucho más tiempo así, de prueba en prueba, me puedo adaptar, pero tengo que organizarme un poco la vida porque tengo un niño. Si me cogen me tengo que trasladar a Lanzarote y organizarme un poco la vida", añadió al respecto.

Sin embargo, todos esos sacrificios no le "importan". "Me adapto, tengo una gran capacidad de adaptación lo que me surja, no me supone un problema. Me adapto sobre a marcha a lo que surja y por eso no pongo ningún problema a cuando me dicen de venir, pero con el niño y el marido es un poco más complicado", comentó, sin olvidar que le "va a costar", si es elegida, separarse de la familia. "Los dos navegamos (su marido y ella), me apoya y no me pone ningún problema si nos tenemos que trasladar", subrayó al respecto.

Con todo, la catalana considera el proyecto de Richard Brisius como "una pasada", sobre todo en el "apoyo" y en lo que están "invirtiendo en el equipo deportivo" y en su "formación" para manejar el barco. "Aquí hay gente competitiva, muy buena y los entrenadores están todos los días con nosotras y deben pensar 'Estas chicas, uffff'. Les queda recorrido, pero confían en nosotras y nos sentimos apoyadas porque el proyecto lo hace y esta poniendo mucho esfuerzo en que esto salga para adelante", elogió.

Vía-Dufresne tiene claro que la preparación, "con el día a día en el gimnasio" bajo la supervisión del español Santi Casanova y "las horas en el agua" va a ser "más y más" con el paso del tiempo. "Cada vez que se acerque la fecha más intenso va a ser y cuando el equipo esté definido será seguido sin pausa y en serio", advierte, recordando que las cinco ya elegidas "tienen funciones más definidas, como trabajos de velería, de mecánica". "Hay que aprender tantas cosas", recalcó.

"CREO QUE PODREMOS SER RIVALES".

La española no se había subido nunca a un VO70, sí en un Open 60 de la Barcelona World Race. "Es un crucero grande y todo pesa más, hay que ir con cuidado", afirmó la barcelonesa, que se ve "totalmente" mejor regatista que cuando llegó por primera vez cuando se llegó a sentir "tan inútil". "Era frustrante. Sabía navegar pero en este barco iba tarde a todo. Cuando empecé a coger la dinámica y a entrenar lo entiendes todo más y todo es cuestión de aprendizaje", recordó

La doble medallista olímpica podría convertirse en la primera española en dar la vuelta al mundo. "Tampoco pienso en eso, pienso en hacer la regata y poder estar en el equipo, no le doy importancia", admitió la española, cuyo sueño "de siempre" ha sido cruzar el Atlántico. "Ahí está. Creo que es una travesía muy bonita, con vientos importantes como los Alisios. A ver que se siente, pero esto es más serio, más largo", señaló con un sonrisa, al tiempo que reconoció haber visto "en videos" en paso por el Cabo de Hornos. "Depende de la meteorología y a veces los condiciones son mejores o peores, pero en general se ve que es muy duro", opinó.

Donde tiene más experiencia es en llevar equipos femeninos como en la clase J80 o el Maltesers, aunque "no era algo tan profesional". "Aquí se nota que cada una es bastante profesional y que son competitivas, que están aquí trabajando para esto y no como en equipos en los que he estado donde cada una tenía su trabajo y tampoco había el soporte del patrocinador para tener un buen barco y ser competitivas. Estoy encantada en tener por fin uno que nos apoye y apueste por chicas", resaltó.

Vía-Dufresne reconoció que es una incógnita de todos modos sí podrán competir con una tripulación masculina. "No lo sé porque nunca lo he hecho en este tipo de barcos ni he hecho una regata ni he visto a los rivales. Es un barco nuevo, un monotipo que nos puede favorecer, pero el físico ahí está, aunque somos dos o tres personas más y esto también suple la falta de físico. Creo que sí podemos ser rivales, ¿por qué no?", deseó.

Y lo mejor que podría aportar al Team SCA es "llevar el barco rápido". "Es lo que más gusta y más se hacer", puntualizó. "Estoy acostumbrada a las preparaciones olímpicas donde siempre hay altibajos pero sigues para un objetivo, mentalmente soy fuerte en eso, sigo trabajando y no me hundo. La vela olímpica tienes que exigirte siempre para ser mejor y como este barco siempre tienes que llevarlo al máximo de velocidad y siempre estar tocando sistemas, eso en vela olímpica lo hacemos mucho y también se notará", detalló.

LE GUSTARÍA SER LA PATRONA.

La catalana cree que "seguro" que la convivencia tanto tiempo en una regata oceánica puede ser compleja, pero que "lo bueno" es que llevarán juntas "desde bastante tiempo antes". "Cada una tiene su trabajo y si cada una hace lo que le toca, seguro que todo va bien", destacó a Europa Press.

Lo que sí le "gustaría" a Vía-Dufresne, que tiene claro que al mar hay que tenerle "respeto, pero no miedo", es poder ser la patrona, aunque no olvida que entre las elegidas "hay dos o tres que conducen muy bien, llevan conociendo el barco y tienen liderazgo".

Finalmente, la regastista española, a punto de cumplir 40 años, no tiene pensado "nada" si no resultase seleccionada. "Si mi marido hace la Barcelona World Race apoyarle en su proyecto y estar con el niño", remarcó, lamentando que no haya "patrocinio ni apoyo" para que pudiesen ir juntos en esta prueba con salida en la Ciudad Condal.