MADRID, 24 DE FEBRERO (EDIZIONES)
El pasado martes, el Valencia cayó eliminado en la Youth League con mucha polémica. El encuentro entre el equipo español frente a los canteranos del Chelsea F.C llegó a la tanda de penaltis para dilucidar quién pasaba a cuartos de final del campeonato. Hasta aquí, todo correcto. Lo que sucedió fue que uno de los penaltis que lanzó el equipo “che”, que rebasó la línea de gol y que rebotó en el palo interior de la portería, no se dio por válido, consumando la derrota y la eliminación de los españoles. Un error garrafal de los árbitros.

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No es la primera vez que sucede algo parecido. Ocurrió un hecho semejante en los cuartos de final del Europeo de Futsal de 2010 en el partido que enfrentó a la selección española y a la selección rusa, dos de las escuadras favoritas al título. En el quinto penalti, si España conseguía anotar, se clasificaría para la semifinal. Javi Rodríguez fue el encargado de lanzar la pena máxima.
El balón entró por el centro, dando en la parte superior de la red. Ya con los jugadores celebrando el pase a la siguiente ronda, los árbitros, un francés y un croata, decidieron no dar por válido el gol. Las razones, no se saben. Pese a las protestas de los jugadores y de todo el equipo técnico, los árbitros decidieron que se continuara con los lanzamientos de penalti. Por suerte, España, a pesar de este error garrafal, consiguió meterse en la semifinal, y acabó haciéndose con el título al vencer a Portugal en el último partido por 2 goles a 4.

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