Rally/Francia.- (Perfil) Sebastian Loeb, un campeón capaz de romper con las leyes establecidas

Actualizado: domingo, 3 octubre 2010 16:32

HAGUENAU (FRANCIA), 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Campeonato Mundial de Rallys 2010 volvió a hablar francés porque, al igual que en las seis temporadas anteriores, el alsaciano Sebastian Loeb (26 de febrero de 1974, Haguenau) continúa ejerciendo su dominio absoluto sobre unos rivales que, resignados, aceptan la 'dictadura' impuesta por este astro del volante.

Sebastian Loeb es el mejor piloto de rallyes de la historia. Esta afirmación la atestiguan sus cifras. Y es que el galo posee el récord de títulos mundiales con siete, tres campeonatos más que el mítico finés Tommi Mäkinen, que le sucede con cuatro. Además, Loeb tiene el récord también de victorias en pruebas individuales al superar con sesenta las veintisiete conseguidas por Carlos Sáinz. Toda una proeza.

Loeb ha sido capaz de desafiar una ley no escrita que relacionaba al campeón mundial de rallys con los países nórdicos. Y es que hasta su aparición, dieciséis de los veintiséis títulos se habían marchado hacia Suecia, Noruega y Finlandia. Precisamente este último país parecía poseer la fórmula del éxito para engendrar campeones mundiales con trece campeonatos. Toda esa historia parece quedar más lejos después de los siete títulos conquistados de forma consecutiva por Loeb.

Pero es que Sebastian Loeb es un campeón destinado a romper las reglas establecidas. Cuando su destino le tenía reservado un hueco en la gimnasia decidió emprender un viaje hacia los coches que, tras años de éxitos, aún no ha terminado. Y es que el piloto galo llegó a ser gimnasta de alto nivel llegando a proclamarse hasta en cuatro ocasiones campeón de la Alsacia, su región de origen.

Los inicios de Loeb en los Rallys se remontan a 1995 cuando participó en la operación 'Rallye Jeunes' en el país galo. Después de difíciles años, el actual campeón del mundo se monta por primera vez en un coche WRC en 2001 para disputar el Ralle de San Remo. Ese mismo año, Loeb se proclamó ganador del Campeonato del Mundo Junior y del Campeonato de Francia con la marca Citroën.

Hasta 2003 no disputa Loeb su primera temporada completa en un Campeonato Mundial que ese año se adjudica Petter Solberg, aunque el francés obtiene el mérito de finalizar por delante de sus reconocidos compañeros de equipo, Carlos Sáinz y Colin McRae. Fue una primera demostración de sus intenciones.

Y en 2004 empieza a forjar su leyenda. Loeb conquista el título después de adjudicarse seis de las pruebas del calendario y se convierte en el segundo piloto francés en ganar un Mundial después de que Didier Auriol lo hiciera en 1994.

A partir de ahí, la simbiosis Loeb-Daniel Elena (su copiloto), se convirtió en la sintonía perfecta. Funcionando la relación con su compañero de viaje por las distintas pruebas del campeonato, al piloto francés sólo le hacía falta un coche fiable para llevarlo a lo gloria. Y el Citroën Xsara, primero, y el Citroën C4 después, se han convertido en su herramienta más perfecta. Un 'utensilio' que convirtió en oro su forma de conducir.

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