Vela/BWR.- El 'Foncia', obligado a parar para reparar la proa después de romperse tras chocar con un objeto flotante

MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El 'Foncia', actualmente segundo clasificado en la Barcelona World Race, se verá obligado a parar en Recife, en la costa este de Brasil, después de que el 'crash box' de su proa se hubiera roto y desaparecido, probablemente a consecuencia de un choque con un objeto flotante el pasado domingo.

Desde la organización de la regata oceánica subrayan que este incidente "no supone ningún peligro para el barco ni para su tripulación, que han continuado su ruta navegando a buena velocidad". La 'crash box' es una pieza rellena de espuma colocada en la parte inferior de la proa de los IMOCA como una medida de seguridad para impedir que una colisión con un objeto flotante cause daños irreparables en el casco.

Sin embargo, los patrones galos Michel Desjoyeaux y François Gabart, tras analizar lo ocurrido, han decidido dirigirse a reparar el barco en Brasil, ya que las normas de la regata permiten hacer escala técnica.

Así, el equipo de tierra ha iniciado ya el proceso de fabricación de una pieza de recambio para llevarla hasta Recife y reconstruir la parte inferior de la proa del barco. Según las estimaciones de ruta y en función de la meteorología prevista, el 'Foncia' debería llegar a Recife a lo largo del viernes 14 de enero.

'TOCADOS' EN EL 'PRESIDENT' TRAS ROMPER EL MÁSTIL.

Un nuevo incidente en la regata, después de que se conociera que el barco 'Président' desarbolara tras clavar la proa en una ola y el mástil se rompiera en la jornada del lunes.

"Estoy muy tocado. Me he pasado la noche dándole vueltas a todo. El bajón es importante, pero qué le vamos a hacer. La verdad es que la vida es así, a veces hay que aguantar y esto no lo esperaba para nada. Llevo toda la noche dándole vueltas, a ver si lo puedo asimilar", Bruno García, copatrón del 'Président'.

Así, Bruno García explicó como se produjo el incidente. "Teníamos unos 28-30 nudos de viento e íbamos con el 'gennaker' grande y un rizo en la mayor. El mar era bastante corto y el barco a veces clavaba mucho la proa. En uno de estos frenazos oímos un 'crack' y el palo se fue para abajo; fue muy rápido. No fue una ola especial, la noche anterior sí que tuvimos condiciones más duras, pero el barco no había mostrado ningún problema y lo logramos gobernar perfectamente todo el tiempo", destacó.