"¿Londres 2012? Ya nunca voy a decir que no, si consiguiera algún patrocinador ..."
ALICANTE, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La regatista Natalia Vía-Dufresne, doble medallista de plata en los Juegos de Barcelona (Europa) y Atenas 2004 (470), no quiere descartar su presencia en Londres 2012 pese al traspié de este verano, décima, en Pekín, aunque, por el momento, su objetivo está en montar un equipo de chicas "competitivo" que pueda hacer frente a los masculinos en pruebas de crucero.
Natalia Vía-Dufresne ha pasado unos días en Alicante, puerto de salida el próximo sábado de la Volvo Ocean Race, la Vuelta al Mundo con escalas, y en el que se siente casi como una anfitriona. "Hemos tardado una hora en recorrer 200 metros, conoce a todo el mundo", apunta una responsable de t.vis.t, el gabinete de comunicación de 'Puma', marca a la que presta su imagen desde hace un tiempo.
Vía-Dufresne viste una camiseta negra de 'il mostro', la ultramoderna embarcación de 14 toneladas del equipo estadounidense Puma en la Vuelta al Mundo y hacia cuyos diez tripulantes y el skipper, Ken Read, no oculta cierta "envidia" por participar en la regata más extrema de las que se conocen.
"Me gustaría estar ahí dentro, pero no sé si sería capaz de aguantar. Porque la navegación que yo he hecho no tiene nada que ver con esto. Hay que estar preparado y entiendo que para una mujer es muy duro. Preparándose y con tiempo ... quizá podría hacer una etapa, aunque sea de éstas 'cómodas', de las 'inshore'", dice en una entrevista a Europa Press.
Con apenas 8 años, la regatista catalana se subió por vez primera a un 'optimist' en el Club Náutico El Masnou. Once años después, esta diplomada en Fisioterapia que nunca ha ejercido se colgó la plata en Barcelona'92. Un lustro más tarde cambió la clase Europa por el 470, junto a su inseparable Sandra Azón, con la que se subió a los podios de Mundiales y Europeos antes de la plata en Atenas.
"El mérito está en hacer la travesía, en cubrir millas, millas y millas. Están muy preparados físicamente. Hay que hacer cambio de material de un lado a otro del barco. Pesa mucho y es duro", prosigue Natalia, cuyos ojos se iluminan tras unas gafas de sol con el felino que le patrocina en una varilla en la terraza del Puma City, dos contenedores convertidos en oficinas y tienda de los productos oficiales de la regata.
PEKÍN 2008
Por el pantalán, la doble medallista olímpica se ha topado con Íker Martínez y Xabi Fernández, del Telefónica Azul, y Fernado Echávarri, del Negro, plata en 49er y oro en Tornado, en Pekín 2008. "El equipo podía haber sacado alguna medalla más con Marina, Rafa Trujillo o nosotras mismas (con Laia Tutzó, en 470). Te quedas con ganas de haber hecho algo más", lamentó.
El lastre fue, según ella, el campo de regatas de Qingdao, que era "muy complicado" y en el que las condiciones de viento "eran impredecibles". "La poca intensidad que entraba no seguía una lógica. El cansancio que eso suponía era más psíquico que físico. Ha sido una pena porque era un muy buen equipo", recalcó.
Dijo que no iba a estar en Pekín y disputó los Juegos. A ocho meses de las regatas, se puso entre ceja y ceja clasificar a España en 470 al lado de Laia Tutzó. Acabados los mismos, anunció que esta vez sí eran los últimos.
"Después de que dije que no iba a Pekín, ya no voy a decir que no a Londres. Como van a poner la clase 'match race' femenino, a ver qué barco deciden y si consiguiéramos el apoyo de algún patrocinador ... Creo que no es un no definitivo", dijo divertida.
Pero hoy la meta es otra para la armadora y patrona del Platú 25 'Ahora', a la que le atrae la vela de crucero, los barcos grandes. "Ahora mismo, me ilusiona montar un barco de ocho ó diez personas. Siempre he soñado con montar un equipo competitivo de chicas para hacer frente, para poder luchar contra los chicos. Es un reto", indicó.
"NO HAY CANTERA FEMENINA"
En período preelectoral, considera que la Federación Española debería dejarles un mayor margen de independencia a los regatistas y su entorno en la programación para no estar "atados". En este sentido, cree que es positivo que exista un CAR en Santander, pero apunta que debería haber otras subsedes, sobre todo, en el período invernal.
"A la federación le pido que confíe en nosotros porque no hay nadie que desee ganar más que nosotros. A veces se miran más los resultados que nuestras necesidades diarias. Quizá hay demasiada burocracia. Cada uno debería de gestionarse su propio presupuesto y también es importante tener, por ejemplo, un buen equipo de fisios", subrayó.
Además, está la cuestión del relevo generacional de la notable hornada de regatistas actuales, a los que no ve sustitutos, al menos femeninos, por lo que apuesta por una red de 'ojeadores' como en el fútbol.
"La cantera hay que cuidarla. Hay muchos niños de Optimist que se pierden. Me preocupa que no haya cantera de chicas. Me gustaría transmitir mis conocimientos, pero viendo los problemas que tienen los entrenadores ...", insistió a Europa Press.
La crisis económica también la notan los regatistas para encontrar patrocinadores privados. "Siempre he intentado tener uno porque me dedico a esto y, si no tienes resultados, las ayudas de la federación no te dan para vivir", reclama Vía-Dufresne, que no se ve en un futuro en otra cosa que no esté relacionada con el mar.
"Me gusta mucho el mar, esta vida de viajar, hacer regatas y aprender. Porque nunca se deja de aprender. Aunque estés en una clase olímpica nunca hay que estancarse porque el crucero te da una experiencia que complementa la vela ligera y al revés", aseguró. Mientras tanto, seguirá con un catalejo a sus compañeros Íker, Xabi y Fernando, a bordo del Telefónica Azul y Negro, en la Volvo, con los que hoy se cruzó para desearles suerte y a los que augura un destino feliz dentro de nueve meses en San Petersburgo.
"Creo que han hecho un buen trabajo y están preparados para lograr el triunfo. Me alegro mucho de que haya ganado el barco español por la tripulación, a los que conozco a casi todos. Lo que queda es distinto, pero han demostrado que pueden estar ahí delante", afirmó después de verlos desde un barco de invitados en las regatas costeras.
