"No fue una sensación nada agradable dejar a nuestros rivales durante toda la etapa, a 2.000 millas de la costa más cercana y sin mástil"
"Es difícil saber dónde esta el límite de los materiales, pero no te puedes pasar de 'segurolas', el exceso de prudencia mata la confianza"
MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El patrón del 'Telefónica', Iker Martínez, mantiene su barco como líder provisional de la primera etapa de la Volvo Ocean Race, vuelta al mundo con escalas, y recuerda, tras lo ocurrido con el 'Puma', que tras romper el mástil abandona esta etapa, que "esta regata sólo acaba cuando se cruza la línea de meta".
"Estamos a menos de 2.000 millas de terminar la primera etapa. Ayer nos quedó más que claro el hecho de que cada etapa de esta regata sólo acaba cuando se cruza la línea de meta. Sobre las 14.30 horas el 'Puma' rompía su mástil cuando navegábamos los dos a menos de 50 millas. Tenemos que seguir prudentes, pero concentrados al máximo para no cometer ningún error", explicaba el vasco desde alta mar.
El 'Telefónica' y el 'Puma' estaba viviendo un 'match race' oceánico en esta etapa, alternándose al frente de la clasificación de esta etapa. "Estábamos los dos apretando mucho, conscientes de lo importantes que pueden ser esas millas para llegar lo antes posible a la baja presión que llegarán mañana, conscientes de la ventaja que esas millas extras podrían dar en unos días. Para el que quisiese ganar la etapa, era el momento de apretar. Y los dos nos tiramos para abajo pensando en la victoria de etapa", confesaba, consciente del bonito duelo que mantenían con los de Ken Read .
Desde el barco español no escondían su tristeza al perder a su rival. "Lo sentimos mucho y se nos quedó a todos el cuerpo helado al conocer la noticia, sobre todo por lo que acarrea tener una rotura en estas latitudes. Ahora tienen un gran reto logístico", apuntó.
"Es tan difícil saber dónde esta el límite de los materiales que es muy fácil cruzar la línea y romper cualquier cosa, pero tampoco te puedes pasar de 'segurolas', el exceso de prudencia mata la confianza y eso sí que sería un desastre", explicaba el 'skipper' de cara a cómo se tiene que afrontar esta regata oceánica.
Respecto a cómo reaccionaron cuando conocieron el problema del 'Puma', Iker Martínez confesó que al ser el barco más cercano pensaban ir en su ayuda. "En ese momento respondimos que nos confirmasen que todo estaba controlado y que no necesitarían nuestra ayuda, para así poder seguir con nuestra ruta hacia Ciudad del Cabo. La organización respondió de inmediato que la situación estaba bajo control y que podíamos seguir nuestra ruta", apuntó.
"No fue una sensación nada agradable dejar a nuestros rivales durante toda la etapa, a 2.000 millas de la costa más cercana y sin mástil, pero confiamos plenamente en que la organización tiene todo bajo control. Ahora tenemos que pensar que nuestro rival pasa a ser el 'Camper', que está a unas 150 millas a nuestra popa, se quedaron atrás en el Atlántico Norte y vienen apretando fuerte", señaló.
Por otro lado y sobre cómo se encuentra la tripulación del barco español, Iker Martínez señaló que ya "ha llegado el fría al 'Telefónica'". "La gente está poniendo las segundas capas a los sacos de dormir. Yo ya me he puesto el peto polar y ya no queda ningún valiente con zapatillas, desde ayer todos con las botas", avisó a la hora de encarar estas millas con rumbo a Sudáfrica.
