MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El patrón del 'Telefónica', Iker Martínez, ha reconocido que jugándose "la regata" de la Volvo Ocean Race --que finaliza en la meta de Lorient-- el hecho de haber tenido que hacer frente a la rotura de "dos timones" en un lapso de tiempo de "seis horas", provoca que hayan pasado de liderar la prueba a contar con "opciones nulas".
"Dos timones rotos en seis horas y uno dañado. Lo peor de todo es que aquí nos estábamos jugando la regata y nuestras opciones son prácticamente nulas ya. No estamos contentos. Ahora a ver si conseguimos llegar sin perder este timón para poder tener control, para que el barco llegue en buen estado al puerto y para que los tripulantes también lleguen en buen estado", reflexionó Martínez.
El propio patrón dijo que aunque "todos" estaban "bien", el océano "no es un sitio agradable para estar con problemas", por lo que espera "llegar a Bretaña rápido", a pesar de que aún están "a 120 millas" de la costa. "Que todos lleguemos sanos y salvos, que es el primer objetivo antes de ganar la regata y más ahora que no podemos ganarla. Hay que tener cuidado y hay que ir todos para casa", prosiguió.
Iker Martínez relató que "en primer lugar" se rompió "el timón de estribor", no por "una colisión" que suele ser "lo más habitual", sino por "la parta de la pala que está en el agua". "Cambiar esta pieza tiene sus complicaciones porque queda un agujero libre en el casco, con lo que hay que tener mucho cuidado porque podría empezar a entrar agua y podrías tener una situación muy complicada", añadió.
La rotura del timón propició que se perdiera "el control" de la embarcación, que comenzó a ir "de orzada", ante lo que no les quedó otra opción que "bajar las velas, ponerse de la otra amura y sacar la pieza". Ya con "el nuevo timón" se pudo "navegar normalmente" con el objetivo de "recuperar esas plazas" que se habían "perdido". "Pasamos de ir primeros a ir cuartos y luego volvimos a ir hacia delante y pudimos alcanzarles y pasarles y volvimos a liderar", indicó.
Ya por la noche, "a falta de 350 millas" para Lorient, se volvió a romper "el mismo timón", lo que de nuevo supuso una pérdida de "control". "El barco se fue de arribada y tuvimos una situación también complicada. Tuvimos que arriar las velas, y cuando ya conseguimos tener el control de la situación volvimos a poner rumbo a Francia", finalizó en el punto en que actualmente se encuentra la embarcación.
