JJ.OO/Londres.- Historia de los Juegos (I): De Atenas 1896 a Estocolmo 1912

Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa, fue el primer medallista español en 1900, según el COE

Europa Press Deportes
Actualizado: lunes, 23 julio 2012 17:14

MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna se disputaron en 1896 en Atenas gracias a la aportación de Pierre de Fredy, barón de Coubertin, que impulsó la creación del Comité Olímpico Internacional (COI) como órgano dirigente y organizativo.

Uno de los primeros problemas que surgieron, y que sigue aún vigente, fue la cuestión del amateurismo, ya que Coubertin no quería ningún atisbo de profesionalismo en los Juegos. De esta manera, se acordó no entregar medallas de oro, sino de plata y bronce para los dos primeros. El oro no se introdujo en los Juegos hasta la edición de Londres en 1908.

El 6 de abril de 1896, el Rey Jorge I inauguró los Juegos ante el entusiasmo de las 70.000 personas que abarrotaron el Estadio Olímpico de Atenas. Tomaron parte en las competiciones 311 atletas de trece países, en las disciplinas de atletismo, gimnasia, ciclismo, esgrima y tiro. No hubo participación española ni tampoco femenina.

Los estadounidenses dominaron las pruebas de atletismo, la gran atracción, ante el desencanto del público asistente, aunque el griego Spiridón Louis, de 18 años, se proclamó vencedor en la carrera de maratón sobre el mismo recorrido utilizado en el año 490 a.C. por el mítico soldado Filípides para dar cuenta de la batalla de Maratón. En gimnasia, el equipo más potente fue el de Alemania.

Los Juegos Olímpicos de Atenas resultaron un gran éxito, en el año en el que se celebraba el 75 aniversario de la declaración de la independencia griega.

PARIS 1900: PRIMERA PARTICIPACIÓN Y PRIMERA MEDALLA ESPAÑOLA.

París fue el escenario de los segundos Juegos de la historia, rodeados de la aureola de fracaso histórico al coincidir con la grandilocuencia de la Exposición Universal, que acogió algunas pruebas como las atléticas. Participaron 1.330 deportistas procedentes de 22 países.

Las pruebas olímpicas se disputaron desde mayo a octubre y algunos vencedores tardaron en recibir sus premios varios años e, incluso, se enteraron de su participación por la prensa. Por primera vez participó la mujer, siendo la primera campeona moderna la inglesa miss Cooper, que venció en la final individual de tenis a la francesa Prevost.

El atleta más destacado de los Juegos fue Alvin Kraenzelin, estadounidense de ascendencia germana, que a la edad de 17 años tenía ya en su poder los récords mundiales de 110 y 200 metros vallas. Poco después conseguiría además el de salto de longitud.

Con estos antecedentes Alvin tuvo una fulgurante actuación en París, en donde venció en las pruebas de 60 metros, 110 metros vallas, 200 metros vallas y salto de longitud.

En París participaron por primera vez deportistas españoles, que asistían por sus propios medios: cuatro remeros, dos pelotasris y el aristócrata Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, Marqués de Villaviciosa, que se clasificó en segundo puesto en la especialidad de 'Game Shooting', equivalente al tiro al pichón, tras el australiano McKintosh, y fue el primer medallista español de la historia, según el COE.

En esa edición también lograron el oro, el primero también del equipo nacional, los pelotaris Amezola y Villota en dobles de cesta punta de pelota vasca.

SAN LUIS 1904: JUEGOS RACISTAS.

Los Juegos Olímpicos de San Luis, en 1904, fueron otro fracaso y una demostración racista de organización por parte de un estado sudista. En esta ocasión participaron 689 deportistas de doce países, aunque la mayoría eran estadounidenses (625).

Los 'Anthropological Days' o fiestas antropológicas, reservadas a los deportistas no blancos (negros, indios, etc.) que a los organizadores se les antojó, fueron una degradante manifestación de la más burda estética competitiva.

En las competiciones tradicionales, los americanos coparon 22 de las 24 pruebas disputadas. Por primera vez apareció el baloncesto, aunque fuera de programa. La doble y equívoca experiencia de San Luis y París, indujeron a Coubertin a intentar crear un organismo encargado de velar el sentido de la filosofía olímpica, lo que conduciría a la constitución de la Academia Olímpica Internacional.

El héroe indiscutible de los Juegos fue Ray Ewry, apodado 'El hombre de goma', que venció en salto de altura, longitud y triple salto. El verdadero mérito de Ewry radica en haber sido paralítico durante su infancia, y en haber superado su adversidad hasta llegar a ser triple campeón olímpico en dos ocasiones.

LONDRES 1908: PRIMER DESFILE OLIMPICO.

Roma iba a ser la sede de los IV Juegos, pero la erupción del Vesubio y graves problemas sociales y económicos provocaron su renuncia en 1907. Con escaso margen de tiempo y algo de improvisación, Londres se hizo cargo de la organización. En total, participaron 2.304 deportistas de 22 países.

Por primera vez los competidores desfilaron precedidos por las banderas de sus respectivos países (excepto los finlandeses, que se negaron a llevar la de Rusia, su soberana).

Se produjo el debut del fútbol como deporte olímpico, aunque lo más destacado fue la dramática carrera del italiano Dorando Pietri en el maratón. Llegó primero al estadio completamente extenuado y después de repetidas caídas, en estado semiinconsciente fue ayudado en el último tramo previo a la meta. Al final fue descalificado, pero la Reina Alejandra premiaría su tesón con una copa de oro.

Aquí nació la simbólica frase "En los Juegos Olímpicos, lo importante no es vencer sino participar", que hoy día, como uno de los lemas olímpicos, es equivocadamente atribuida a Coubertin, siendo en realidad el creador de la misma el Arzobispo de Pensilvania, que la pronunció durante una solemne ceremonia religiosa que dirigió a los atletas participantes.

ESTOCOLMO 1912: REPRESENTACION DE LOS CINCO CONTINENTES.

Estocolmo será la última edición olímpica previa a la Primera Guerra Mundial. La implantación de cronómetro y la 'foto-finish' para mejorar la medición de puestos y marcas sería un importante adelanto técnico.

La participación de atletas y países supuso todo un récord, 2.504 participantes en representación de veintiocho Comités Olímpicos de los cinco continentes. La tragedia acompañó al atleta portugués Francisco Lázaro, que falleció extenuado cuando participaba en la carrera del maratón tras recorrer más de treinta kilómetros.

Pero los Juegos de Estocolmo estarán marcados en la historia por la leyenda y tragedia de un poderoso atleta estadounidense, de raza india, de la tribu sioux. Jim Thorpe, bisnieto del Gran Jefe Halcón Negro, ganó con facilidad en pentatlón y decatlón. Un año más tarde sería descalificado por profesionalismo, pues había cobrado 25 dólares jugando al béisbol.

El atleta pasó el resto de su vida hasta su muerte, en 1953, reclamando sus premios olímpicos que al fin, en 1982, le fueron entregados por el COI a sus hijos con lo que se pudo hacer justicia a sus méritos.

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