JJ.OO/Triatlón.- Gómez Noya: "Me da igual cuarto que séptimo, es medalla o no medalla"

Actualizado: martes, 19 agosto 2008 10:16

El triatleta español digirió mal un gel en el tramo de la bici y tuvo problemas estomacales

PEKÍN, 19 Ago. (del Enviado Especial de EUROPA PRESS, Gaspar Díez) -

El triatleta Javier Gómez Noya, cuarto en el triatlón masculino de los Juegos Olímpicos de Pekín, confesó que sufrió problemas estomacales a partir del tramo de la bicicleta que le afectaron en la carrera a pie y no pudo responder al cambio del alemán Jan Frodeno, campeón olímpico, y el canadiense Simon Whitfield y el neozelandés Bevan Dochherty, plata y bronce respectivamente, junto al embalse que rodea las tumbas de la dinastía Ming.

Javier Gómez Noya, al borde del podio, e Iván Raña, justo por detrás de él en el quinto lugar, completaron la mejor actuación del triatlón español en los Juegos desde que se acuñó este deporte en 1978 fruto de una discusión entre marines sobre qué deporte era el más extremo: natación, ciclismo o atletismo. En cambio, la sensación fue de decepción entre la delegación española, pues Gómez Noya, campeón del mundo, once pruebas ganadas de la Copa del Mundo y líder de esta clasificación en los dos últimos años, portaba el cartel número uno de superfavorito.

Minutos antes de que se lanzaran al agua del embalse a cuyos pies están enterrados los 13 Emperadores Ming, 1,5 kilómetros en una pista rápida, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, era cauto. "También era oro seguro Raña en Atenas. Los otros también compiten y hay que tener un buen día", advirtió ante el comentario de un periodista con un gorra roja en la mano para enjugar el intenso calor que iba a torturarle en la grada

El guión del triatlón olímpico lo hubieran firmado Gómez Noya y Raña, pues no salieron muy retrasados en el tramo del agua, anduvieron en el pelotón de los favoritos en toda la carrera ciclista (40 kilómetros) y pronto alcanzaron a pie (10 kilómetros) al belga Axel Zeebroek y el luxemburgués Dirk Bockel, escapados, junto al mexicano Francisco Serrano, en la cuarta de las seis vueltas al circuito de la bici.

En esa posta fue cuando el gallego hijo de emigrantes ferrolanos, nacido en Basilea, tomó un gel, carbohidratos para el cuerpo que se absorben más lentamemente que las bebidas isotónicas, que empezó a causarle estragos en el estómago. "No he corrido muy bien a pie. No he tenido el día. He tenido problemas estomacales. Creo que no he digerido bien el gel que tomé en la bici", dijo.

"He ido todo lo rápido para como estaba hoy y ha habido otros más rápidos, pero en ningún momento tuve buenas sensaciones en la carrera a pie. Me ha pasado un poco de factura el calor. Venía mentalizado para darlo todo, para vaciarme, sabía que iba a ser dura y ha sido durísima", explicó más tarde el pupilo de José Ángel Rioseco.

Noya sufrió, además, molestias en el tendón de Aquiles ("Me ha dado un poco la lata, explicó), que lleva arrastrando desde hace dos meses. "Pero he podido entrenar bien y no es una disculpa. Ha habido tres que han sido más rápidos que yo y les felicito. He dado todo lo que tenía dentro y cambiar en la tercera vuelta pese a que ya no llevaba nada. Espero poder volver a intentarlo dentro de cuatro años", señaló el líder del ránking mundial, que en Londres tendrá 29 años.

Cuando el gallego hizo el cambio el canadiense Whitfield, bronce en Atenas 2004, se quedó un poco pero no lo suficiente como para eliminarle. "Luego nos cogió al final y ya no pude hacer nada. ¿El cuarto puesto desagradable? Creo que es peor quedar el 25. Te da pena por la medalla, pero qué le vamos a hacer. Me da igual ser cuarto, que séptimo, que sexto. Es lo mismo. Es medalla o no medalla", lamentó.

Pese al resultado, Noya se siente conforme con sí mismo porque no reservó nada de energías, bajo un intento calor y una humedad cercana al 50 por ciento. "No lo he podido conseguir, pero el deporte es así. Si fuera matemática no tendría emoción. No he digerido bien el gel, me pasa a veces con el calor y, en unos Juegos, si en vez de dar el cien por cien das el 97 te ganan. Es lo que he pasado", resumió.

RAÑA: "ESTAR DELANTE ERA MI SUEÑO"

Iván Raña tenía la ilusión de estar delante en los Juegos, pues en Sydney apenas era un jovenzuelo de 21 años, en Atenas tuvo un mal día cuando era uno de los grandes 'challengers' para el podio y había pensado que, con ocho años más de experiencia en sus piernas, podía disputar la carrera. "Cuando iba corriendo me vi delante bien. En la segunda vuelta igual me precipité un poco en la subida, intenté romper ahí y me pasó igual factura al final. Es lo que hay", dijo con cierto desencanto en el pasillo de la zona mixta.

Raña, reciente vencedor de la prueba de la Copa del Mundo en Kitzbuhel, explicó que lo intentó "a intenté a tope", entrenó "mejor y más contento que nunca" y no le salió. "Si hice quinto es porque tengo que estar quinto. A mi ha sorprendido Frodeno porque cuando vi arrancar a Whitfield dije lo mismo gana porque es el más rápido, pero ¿Frodeno? Si creo que nunca ha ganado una Copa del Mundo", señaló.

El triatleta de Ordes, quinto en Sydney, el 23 en Atenas en una carrera para olvidar, explicó que vio a Gómez Noya mirar mucho hacia atrás. "Yo iba mirando a Javi, pero había más gente delante. Acabo contento porque lo he dado todo. No he podido. Personalmente estoy contento. Me gustaría haber estado delante, era mi sueño. Había pensado en una carrera con calor, la bici no fue muy rápida, para que se fuera endureciendo a partir del kilómetro cinco", analizó.

Aunque aún la meta está lejos, no descarta disputar en Londres en 2012 sus cuartos Juegos Olímpicos. "Sí que me veo, depende de si esto es rentable o no. Si puedo vivir de esto profesionalmente y creo que, con este resultado, puedo estar unos años tranquilo", apuntó antes de saltar la valla y escalar hacia la grada del público, donde se besó con familiares y amigos. Esta tarde irá a ver a Llaneras al velódromo en la prueba de americana con Tauler y después, al Nido para ver a Juan Carlos Higuero en el 'milqui'. Ser quinto no es mala cosa, tuvo que pensar pues delante no tuvo a cualquier cosa: Noya, Docherty y Whitfield, oro y bronce en Atenas, y Frodeno, el nuevo 'hombre de hierro' olímpico.