La marcha española falla a su cita con las medallas olímpicas por primera vez desde Barcelona'92

Actualizado: viernes, 22 agosto 2008 11:19


PEKÍN, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

La marcha española se quedó sin subir al podio olímpico en los Juegos de Pekín rompiendo así una racha de buenos resultados que se había traducido en una cosecha de medallas ininterrumpida desde la cita de Barcelona'92.

Y es que el cuarto puesto de Jesús Ángel García Bragado en los 50 kilómetros marcha, última prueba de esta modalidad, no pudo impedir que la marcha española se quedara en blanco. Así, nuestra principal baza, 'Paquillo' Fernández, no tuvo su día y finalizó con un decepcionante séptimo puesto, después de seis años sin bajarse del podio. El granadino no pudo seguir la estela del ruso Valeriy Borchin, que se impuso a uno de los grandes favoritos, el ecuatoriano Jefferson Pérez.

En esa misma prueba, otros dos españoles finalizaron entre los quince primeros, eso sí con diferente lectura. Así, mientras Juanma Molina caía hasta el duodécimo puesto, tras ser quinto en Atenas, el joven Benjamín Sánchez tuvo un notable estreno al finalizar decimotercero.

Mientras, en la prueba femenina, María Vasco, medallista de bronce en Sydney 2000, tampoco pudo repetir presea y tras una puesta de largo en la que 'coqueteó' con el podio durante buena parte de la prueba, tan sólo pudo ser finalmente quinta. Un puesto por delante de Beatriz Pascual, sexta, que tampoco pudo traer la habitual presea a tierras españolas.

Un carrusel de medallas con sabor español que comenzó en Barcelona 92. Allí, Daniel Plaza se coronó en 'casa' logrando el oro en los 20 kilómetros marcha. Cuatro años más tarde, Valentín Massana logró una valiosa y trabajada medalla de bronce en los Juegos del Centenario celebrados en Atlanta.

La siguiente cita, en Sydney 2000, reportó a la delegación española el ya citado bronce de María Vasco. Por último, en Atenas 2004, la afición española comenzó a vibrar con el actual baluarte de la marcha española, 'Paquillo' Fernández, que conquistó la plata entre el caluroso asfalto ateniense. A todas ellas, hay que unir la plata de Jordi Llopart en Moscú 1980.

Además, con la ausencia de metales por parte de la marcha, el atletismo español se podría marchar de vacío de unos Juegos Olímpicos, algo que no sucede desde Seúl'88. Y es que los marchadores, habitual salvadores, han logrado cincos de las once preseas del atletismo nacional.