MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
La piragüista española Teresa Portela afirmó este miércoles que se conformaría con estar "entre las ocho mejores" en los Juegos Olímpicos de Tokio de este verano, los sextos en su carrera, algo que considera "increíble porque son más de 20 en la élite" y que le hacen sentir que todavía tiene "mucho por dar".
"Me daría satisfecha con poder estar en la final y entre las ocho mejores, eso ya sería un gran resultado. La verdad es que es increíble poder ir a seis Juegos, se dice rápido, al final son más de 20 años en la élite, siento mucha alegría, mucha satisfacción y orgullo de poder seguir disfrutando de mi deporte", afirmó tras acudir a la presentación del avión Airbus A350 de Iberia que trasladará al equipo español a Tokio.
La gallega recuerda con una "alegría inmensa" su debut en los Juegos Olímpicos de Sidney (Australia) en el año 2000, cuando solo tenía 18 años y en los que "nunca" se imaginó llegar donde está ahora. "Ahora mismo lo vivo con la misma ilusión y con las mismas ganas, pero para nada estaba en mis planes con 18 años disfrutar de 20 años de piragüismo", añadió.
Ahora, con 37 años, rompe todos los moldes al asistir por sexta vez a una cita olímpica, logro que consigue por primera vez una deportista española y que sólo han conseguido anteriormente el exjugador de waterpolo Manel Estiarte, el jinete Luis Álvarez Cervera y el atleta Jesús Ángel García Bragado.
Aún así, a la gallega, que ha conquistado 15 medallas mundiales y se ha subido 17 veces al podio en Campeonatos de Europa, se le resiste la medalla olímpica, de la que se ha quedado a las puertas en varias ocasiones, siendo cuarta en Londres 2012, y acumulando dos quintos puestos, en Atenas 2004 y en Pekín 2008.
Portela reconoce que han cambiado "muchas cosas" desde su inicio, y que ahora afronta los Juegos con "más experiencia", después de haber pasado por la modalidad de K1 500 y luego por K1 200, donde se siente más cómoda y en la que compite actualmente. "La experiencia me ha cambiado mucho pero la prueba en la que remo ahora es diferente", aclaró.
A pesar de ser la más veterana en la modalidad de aguas tranquilas, se siente con las "mismas ganas" de seguir compitiendo y luchando, para "ser cada día mejor" en su deporte. "Lo que me hace seguir luchando es el amor por mi deporte, sentir que todavía tengo mucho por dar. Sobre todo me mueve la ambición de ser mejor y la satisfacción personal de estar contenta con lo que consigo", recalcó.
Además, la piragüista, madre de una niña desde 2014, considera "necesaria" la presencia de su hija Naira en las competiciones, para "poder sentirla cerca". "Cuando me voy a una competición, me voy más de una semana, entonces necesito tenerla cerca, no sentir su ausencia y tenerla conmigo, tanto a ella como a mi marido, que forman parte de mi equipo, igual que mi entrenador", recalcó.
Ahora, durante los próximos cinco meses, la deportista gallega continuará "entrenando y trabajando duro" en el Centro de Tecnificación de Pontevedra, su ciudad natal. "Es lo único que toca ahora", concluyó.