Moyá prolonga su idilio con Roland Garros y se cuela en cuartos a costa de Bjorkman

PARÍS, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

El tenista español Carlos Moyá prolongó su idilio con Roland Garros, segundo 'grande' de la temporada, al clasificarse para cuartos de final a costa del sueco Jonas Bjorkman, en un duelo de veteranos que se decantó del lado del ex número uno del mundo.

El mallorquín, que alzó la Copa de los Mosqueteros en 1998, volvió a colarse en los cuartos de un 'Grand Slam' por primera vez en tres años y en el mismo escenario que en 2004, tras superar al escandinavo por 7-6 (5), 6-2 y 7-5 en dos horas y 36 minutos de juego.

El balear, que parece estar viviendo una segunda juventud a los 30 años, planteó un encuentro muy serio con una gran efectividad en sus primeros servicios a pesar de cometer nueve dobles faltas, que dieron alas a Bjorkman.

Una vez más, Moyá ofreció las buenas sensaciones que vivió en el pasado Masters Series de Hamburgo, donde se quedó en las semifinales ante Roger Federer, y demostró que su ascenso en el escalafón mundial, ha pasado de la 43 a la 26 plaza esta temporada no es un espejismo.

Así, el balear se tomó la revancha por sus dos últimas derrotas ante Bjorkman en un encuentro en que tuvo que bregar para vencer la resistencia del veterano nórdico, de 35 años. De hecho, Bjorkman le arrebató el saque en el segundo juego y volvió a gozar de tres puntos de 'break' en el noveno.

Sin embargo, Moyá replicó con una rotura en el undécimo juego que le permitió forzar un 'tie break' en que estuvo más afortunado. En la segunda manga, el mallorquín encarriló rápido su ventaja al lograr el 'break' en el sexto juego y cerrarlo al resto.

En la manga decisiva, el español consiguió la primera renta (3-1) aunque Bjorkman, que se resistía a despedirse, le respondió con un 'break' en el siguiente juego. Tras una ardua batalla entre ambas raquetas, Moyá venció la resistencia de su adversario en el undécimo juego y con su siguiente saque cerró un partido de ensueño. Ahora, espera a Rafa Nadal en cuartos, aunque el manacorí deberá deshacerse antes de Lleyton Hewitt.