Nadal supera en un agónico último set a Hewitt, sumando su victoria número 81 consecutiva en tierra

Actualizado: sábado, 19 mayo 2007 21:20

HAMBURGO (ALEMANIA), 19 May. (EUROPA PRESS)

El tenista español Rafael Nadal se clasificó para disputar su tercera final consecutiva en un Masters Series sobre tierra batida este año, tras imponerse en semifinales al australiano Lleyton Hewitt por un 2-6, 6-3 y 7-5 en un encuentro que se alargó hasta las dos horas y media.

Hay pocos tenistas en el circuito ATP con los que Nadal tenga desventaja en sus enfrentamientos directos y el australiano Lleyton Hewitt es uno de ellos (1-4). Es su bestia negra, un jugador que le incomoda en exceso y de los pocos que en un intercambio intenso y permanente de peloteos le puede sorprender y superar.

Ya en la primera manga, en la que el español sucumbió por un contundente 6-2, se comprobó que la empresa no iba a ser nada sencilla. El mallorquín, más pesado de piernas de lo normal y arrastrado por el vendaval de golpes ganadores que repartía Hewitt desde la línea de fondo, se fue enfangando paulatinamente en el partido.

Perdió el primer envite del choque, pero eso no fue lo peor. Preocupaba más aún al de Manacor y a su técnico y tío, Toni Nadal, las sensaciones que dejó el efímero primer set. Un Hewitt arrollador y un débil Nadal, incapaz de retomar el mando del partido, hacían presagiar que el encuentro en la pesada arcilla de Hamburgo podía terminar más rápido de lo normal, y con un resultado inesperado.

Sin embargo, la segunda manga sirvió para poner momentáneamente las cosas en sus sitio. Tres juegos consecutivos del número dos del mundo encauzaban el segundo parcial y devolvían la presión al tenista australiano, quien bajó notablemente sus porcentajes de servicio y comenzó a naufragar, repartiendo defectuosamente su dominio desde el fondo de la pista.

Sin una brillantez mayúscula, Nadal se acercó al triunfo en el segundo set, manteniendo sus saques con relativa solvencia. Fue fundamental en el desarrollo de esta segunda manga, la inteligencia del campeón de Roland Garros sobre la pista.

El campeón esta temporada de los Masters Series de Indian Wells, Montecarlo y Roma no se cansó de variar el juego sobre el 'aussie': golpes profundos de derecha, castigando el revés de Hewitt, dejadas imposibles y un servicio consistente, fueron los argumentos que condujeron el partido a la tercer manga.

Nadal, más estable en su juego de fondo, fue superando los pequeños obstáculos que el australiano le puso sobre la tierra de Hamburgo, haciéndose con el segundo parcial (6-3) tras sufrir, eso sí, lo indecible en el noveno juego de la manga con el servicio a su favor.

NADAL, INTRATABLE EN EL TERCER SET

Nada más arrancar el tercer parcial asomó el Nadal de las grandes ocasiones, el intratable, el respetado por su rival, el que alcanza todas las bolas por imposibles que sean. Hewitt, cada vez más desesperado por lo que se le venía encima y desconcertado por una pelota dudosa que finalmente cayó del lado del manacorí, se desfondó y cedió su saque: 2-0 para el español.

En estos compases de encuentro, Nadal enlazó consecutivamente una serie de golpes enroscados, típicos en él, pero que hasta ese momento se le resistía para marcharse hasta un esperanzador 4-2.

El mallorquín dominaba su servicio con superioridad, hasta que llegó el octavo juego de la manga. Sacaba Nadal y un descarado Hewitt comenzó a repartir derechazos desde el fondo y consiguió su primer 'break' del set (4-4). El segundo lo conseguiría minutos después, cuando el número 2 del mundo servía para vencer el encuentro (5-5).

La semifinal entró en una fase de continuos errores por ambas partes que conllevaron a sucesivas rupturas de saque. Juego irregular y duvitativo desde los dos lados de la cancha. El primero que aguantase su saque ganaría el choque, de lo contrario, todo se resolvería en el 'tie-break'.

Finalmente, Nadal aprovechó su último servicio en el partido, para, con enormes apuros nuevamente, imponerse por 7-5 en una agónica última manga y certificar su victoria número 81. Mañana, ante Roger Federer, tendrá la oportunidad de vencer por primera vez en su carrera los tres Masters Series de tierra en la misma temporada.