EDIZIONES, 29 May.
Adam, estadounidense, conoció a Emra, una perra militar, hace ya tres años. Sus vidas se cruzaron cuando a los dos, hombre y can, ambos soldados, fueron destinados a servir juntos muy lejos de sus hogares. Cuando ambos fueron desplegados, Adam sufrió una pena muy grande: solo 25 días antes había nacido su hija, y tuvo que dejarla para irse al otro lado del mundo.
En esos días tan tristes para él, Emra fue un apoyo emocional muy grande para él. Durante toda la misión, durante todo el tiempo que pasaron juntos, Adam salió adelante gracias al amor y a la compañía de su compañera canina.
Llega un momento en la vida del soldado en que debe dejar el servicio activo. Eso es lo que le pasó a Emra: por su edad, fue retirada de la milicia. Adam no dudó un instante en devolver a su amiga lo que hizo por él en los malos momentos: adoptó a la perrita para darle amor y una familia que le cuide. Al fin y al cabo, eso es lo que hacen los soldados, ¿no?, cuidarse los unos a los otros.
