DESCONECTA, 17 Dic.
La tecnología de las impresoras en 3D no sólo se han convertido en un recurso a explorar en el terreno de las prótesis para humanos, los animales también han encontrado su nicho para descubrir las múltiples posibilidades que esta tecnología les ofrece. Derby, un perro discapacitado, lo sabe tan bien, que gracias a ella ha podido volver a correr de nuevo.
El perro protagonista de esta historia nació con una deformidad congénita en las patas delanteras, que no son más que pequeños antebrazos inútiles que no le permiten caminar, correr y hacer una vida de perro normal.
Durante mucho tiempo, el can fue invisible para los ojos de muchos humanos en el refugio 'Peace and Paws'.
A pesar de este impedimento físico y sus duros comienzos en la vida, Derby es un perro con mucha suerte pues se topó en su camino con Tara Anderson, que no se lo pensó dos veces en traerselo a su casa.
Desde un primer momento, Tara intentó brindarle una oportunidad de movilidad a su perro y probó con una silla de ruedas ajustable, pero le limitaba mucho los movimientos y no satisfacía todas sus necesidades.
Fue entonces cuando esta directora de gestión de la empresa de tecnología 3D Systems convirtió la necesidad de su perro en un proyecto empresarial que le ha devuelto la vida a Derby.
Tara y su equipo se pusieron a trabajar en un diseño de unas prótesis curvas que encajasen en sus pequeños antebrazos e hiciesen la función de las patas delanteras que le faltan.
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El éxito de las prótesis impresas en 3D para Derby lo corroboran sus dueños que aseguran que cada día se recorre de 3 a 4 kilómetros.
De momento, han empezado a probar con unas prótesis de baja altura para que el cambio de postura al que estaba acostumbrado Derby no sea demasiado drástico, pero a medida que vaya adaptándose a ellas, las prótesis se van a ir ajustando también.
