EDIZIONES, 02 Nov.
De sobra es conocida la lealtad que los perros sienten por sus dueños, incluso más allá de la muerte. Uno de los casos más famosos es el del perro Akita japonés, Hachiko, que esperó todos los días durante nueve años a que su dueño regresara en el mismo tren en el que le veía partir. De los gatos, sin embargo, se conocen pocos o ningún caso parecido, pues de ellos se dice que son más bien independientes y ariscos.
En Java Central, Indonesia, una gata abatida por la muerte de su dueña ha estado viviendo durante un año entero en la tumba de la fallecida. Durante este tiempo, varios transeúntes alertados por los maullidos del animal se han acercado para ofrecerle comida y bebida sin éxito.
Keli Keningau Prayitno, de 28 años, es uno de los voluntarios que se han acercado hasta ella para tratar de adoptarla, pero en cuanto la gata encuentra la oportunidad vuelve de nuevo al mismo lugar para yacer en la tierra junto a la tumba de su dueña.
Según Keli cuenta a The Mirror, la antigua propietaria de la gata era una anciana llamada Kindari que falleció recientemente.
"No quiere ir a casa. Ha estado aquí durante casi un año entero", contó Keli. "Pensé que era una gata callejera y por eso intenté ayudarla pero en cuento la seguí me di cuenta de por qué siempre acudía al mismo sitio".
Al parecer, la gata sobrevive volviendo durante unas horas a la casa de la anciana y se alimenta de la comida que le dejan los hijos de ésta. Después, regresa sin demora al mismo sitio, donde maúlla y duerme.
"Un caso triste de ver que demuestra cuán cercanos se sienten los animales a sus propietarios", concluye Keli.
