EDIZIONES, 2 Nov.
'La música amansa a las fieras'. Es el clásico refrán que todos hemos oído alguna vez, ¿verdad? Bueno, pues no siempre es así... El perro protagonista de este vídeo, de nombre Ziggy Trixx no se amansa para nada, todo lo contrario, se viene muy arriba. No en plan agresivo, no, sino en plan bailarín... No puede evitar no bailar cuando su amo saca la caja y se pone a tocarla. Es que a Ziggy el baile le corre por las venas...
Ziggy es feliz con cada golpe que su amo da a la caja de resonancia. No deja de moverse, saltar, menear el rabo y dar vueltas sobre sí mismo en señal de alegría. Claramente el sonido le resulta más que agradable, y lo demuestra con toda la energía de la que es capaz.
A Ziggy le gusta la música, pero no es el único perro al que le gusta, claro. Les gusta a los perros en general. E incluso tienen sus canciones favoritas. Eso es lo que dice el estudio de la Escuela de Psicología de la Universidad de Queens. También dice que la música clásica contribuye a la relajación de los perros, disminuye sus ladridos y aumenta su tiempo de descanso. En cambio, si le pones Heavy Metal, su agitación aumenta y no dejan de ladrar.
