MADRID, 4 Ene. (EDIZIONES) -
Los paseos de una llama por un asilo de ancianos generan una inusual terapia entre los residentes gracias a las sensaciones de fascinación y afecto que provoca cuando se acerca a las personas para poder ser acariciada.
El centro de mayores que está experimentando este entrañable vínculo con la llama, llamada Travis, se encuentra en Nashoba Valley (Massachusetts). A juicio de los cuidadores, los paseos de este animal ayudan a estimular la participación y la felicidad de los ancianos con muestras de cariño y asombro. Tanto es así que el rol que desempeña esta llama (que vive en un campo anexo a la residencia) es vital, ya que su presencia encanta a los ancianos que agradecen su visita.
Travis se pasea, ayudada por una empleada, por el centro de ancianos. Algunos de ellos en silla de ruedas logran, por sus propios medios, ponerse en pie para poder acariciarla. Según relatan en este mini reportaje, publicado por National Geographic, el "fuerte" aliento de Travis no es impedimento tampoco para que muchos se acerquen a besarla.
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"Los animales tienen una calma propia que es inmesurable. No te juzgan porque estás en una silla de ruedas o porque no estás sentado erguido, o tienes otro problema", relata una de las cuidadoras, que detalla que esta medida "no tiene costo" alguno y "trae beneficios". Además, anima a que se haga lo mismo en otros lugares debido a la "increíble experiencia" que viven los pacientes.