MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Durante años, el caqui blando -el que se comía con cuchara, rojizo y casi cremoso- formó parte del otoño en muchos hogares. Sin embargo, hoy resulta difícil encontrarlo en los supermercados, donde predominan variedades más firmes y resistentes. Para muchos consumidores, la sensación es que "los de antes" han desaparecido, pero lo que realmente ha cambiado no es la fruta en sí, sino nuestras preferencias como consumidores y la forma en que se produce.
El mercado busca ahora piezas que duren más tiempo, se estropeen menos y soporten mejor el transporte. Ese giro en los hábitos de consumo ha desplazado al caqui tradicional hacia un segundo plano y ha impulsado variedades más duras, que se adaptan mejor al ritmo actual: fruta que aguanta días en casa, viajes en mochila o bandejas de supermercado sin deteriorarse.
¿POR QUÉ SE VEN MENOS CAQUIS BLANDOS?
Tal y como explica Aitor Sánchez (@midietacojea), dietista-nutricionista y divulgador en redes sociales, el caqui blando sigue existiendo -variedad hachiya-, pero tiene un inconveniente decisivo: solo puede consumirse cuando está extremadamente maduro, y en cualquier otro punto del proceso es muy astringente y desagradable por su alto contenido en taninos. Eso lo hacía difícil de comercializar porque se estropeaba rápido y tenía muchas pérdidas en tienda y en origen.
La variedad que ahora predomina, el caqui más duro tipo manzana, permite otra estrategia. Aunque también sería astringente si se consumiera verde, se somete a un proceso de desastringencia en atmósferas controladas, ajustando humedad y CO2 para neutralizar los taninos. Esto permite vender los caquis firmes, con más vida útil y mucha más resistencia en el transporte, un punto clave para productores y distribuidores.
CÓMO HAN CAMBIADO NUESTROS HÁBITOS DE CONSUMO
El cambio en la producción responde directamente a cómo ha cambiado el consumidor. Hoy se busca fruta más resistente, que no ensucie, que pueda comerse "al bocado" y que no se rompa con facilidad al transportarla. El caqui blando -delicioso, pero delicado- encaja peor en ese patrón actual, y por eso su presencia en los lineales es cada vez menor, una tendencia que Sánchez señala como generalizable a otras frutas, como melones y sandías, cuyo tamaño también se ha adaptado al consumo actual.
@midietacojea
¿Recordáis los #caquis blandos? ¿Por qué ahora casi todos los que hay son duros? Hoy os publicito los caquis duros y explico cuándo se llaman #persimon y cuando son #caqui. Ambos pueden ser de excelente calidad, tal y como pasa si los seleccionáis de #CírculoDeCalidad
? sonido original - Aitor Sánchez
A esto se suma un detalle que suele generar confusión: Persimon no es un tipo de caqui, sino una marca asociada a la Denominación de Origen Caqui Ribera del Xúquer. Solo los caquis duros de esa DO pueden llamarse así, mientras que otros caquis firmes -aunque tengan excelente calidad- se comercializan simplemente como "caqui" o "caqui duro".
En conjunto, lo que antes era un ritual otoñal -abrir un caqui blando y comerlo con cuchara- ha dado paso a una versión más práctica y duradera, reflejo de cómo han cambiado nuestras preferencias y la forma en que compramos fruta.